El Ministerio de Fomento quier dejar atados los trabajos para la ampliación del puente de Nicolás Soria antes de la celebración de las elecciones generales. Al menos eso es lo que le ha comunicado esta semana la presidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Isabel Pardo de Vera, al Alcalde de Oviedo, el socialista Wenceslao López, a través de una carta, de cuyo contenido ha tenido conocimiento este periódico. La dirigente del organismo dependiente de Fomento asegura en dicho escrito que, a lo largo de este mes, saldrá a licitación el proyecto de 3,3 millones de euros por el que Oviedo aguarda desde hace años para atajar la congestión del tráfico en horas punta en los accesos al barrio de Ciudad Naranco.
El objetivo de acelerar la licitación es iniciar a finales de año las obras, valiéndose de la partida de 200.000 euros incluida en los presupuestos prorrogados del gobierno del popular Mariano Rajoy. Si bien el montante total de la actuación es de tres millones de euros, las cuentas fallidas del ejecutivo de Pedro Sánchez aspiraban a financiar este año un millón de euros de los trabajos. Una vez rechazados los presupuestos, el Estado se aferra a la partida existente para dar los primeros pasos y dejar para ejercicios posteriores la consignación de la financiación restante.
El proyecto supondrá una importante transformación para la zona. Al paso actual, de unos 14 metros de ancho y por el que discurren tres carriles (dos de salida y uno de entrada al barrio), se añadiría un segundo paso de unos diez metros. El nuevo hueco bajo el puente de Nicolás Soria permitiría construir dos nuevos carriles de entrada a Ciudad Naranco y los tres ya existentes pasarían a ser de bajada hacia General Elorza.
Los primeros planes para ampliar el puente de Nicolás Soria se remontan al año 1998. Desde entonces todo se ha quedado en eso: en planes. El último, el de 2015, preveía, además de ampliar el número de carriles, la construcción de una glorieta y soterrar el carril que conectaba la salida del barrio con la avenida del Cantábrico y General Elorza. Sin embargo, una revisión impulsada por el Ministerio, que entonces dirigía el popular Iñigo de la Serna, descartó estas dos actuaciones dejando el montante de los trabajos en unos 3,3 millones de euros.
Entre las principales razones de los técnicos para renunciar a la rotonda planificada inicialmente, están los estudios que apuntan a la ausencia de espacio suficiente para crear una glorieta de las dimensiones necesarias para que sea capaz de absorber todo el tráfico concentrado en la zona, especialmente en las horas punta de la mañana.
La ejecución de los trabajos es competencia de Adif al tratarse de un puente sobre el que discurren sus vías de ferrocarril. En la memoria de los mismos se destaca la importancia de actuar en un punto negro del tráfico de la ciudad. Se estima que al día circulan por el nudo que conecta Ciudad Naranco con General Elorza, la avenida del Cantábrico y la calle Pepe Cosmen unos 38.500 vehículos.
Cambios en el tráfico
Los principales cambios para la circulación derivados de la ampliación del puente y la creación de un nuevo paso subterráneo consistirán en que las calles Coronel Bobes y Nicolás Soria pasarán a ser de sentido único hacia la avenida de Santander, mientras que todo el acceso de vehículos hacia el barrio sólo lo harán por la calle Almacenes Industriales, a diferencia de lo que ocurre actualmente, pues los conductores tienen la opción de acceder a Ciudad Naranco a través de Coronel Bobes.
