La nueva ley de Transportes del Principado de Asturias, que entró en vigor el pasado mes de diciembre, truncó, por tan sólo unos días, los planes del tripartito para implantar el descanso semanal obligatorio de los taxistas, que previamente habían tumbado los tribunales.

El juez anuló en noviembre el decreto de Alcaldía por el que se establecían los descansos, señalando que la medida debía de ser aprobada por el Pleno. El gobierno municipal pretendía subsanar la situación llevando la iniciativa al Pleno, pero unos días antes de hacerse firme la sentencia entró en vigor la legislación regional en la que explícitamente se señala que medidas de ese tipo sólo podrán llevarse a cabo a través de su inclusión en las ordenanzas municipales correspondientes.

Debido a esta situación, la concejalía de Seguridad Ciudadana tuvo que resignarse a supeditar la instauración de los descansos a la entrada en vigor de la nueva ordenanza, actualmente paralizada, a la espera del reglamento sectorial de una ley de Transportes que ha supuesto todo un contratiempo para el gobierno municipal.