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El atasco en Cultura también amenaza la celebración de las fiestas de los barrios

La necesidad de cerrar San Mateo antes de las elecciones y las trabas de la ley de contratos generarán retrasos en las concesiones de permisos

Belén Fernández Acevedo. LNE

La feria ganadera de la Ascensión puede no ser la única víctima de las prisas y la prioridad para dejar casi totalmente cerradas las fiestas de San Mateo antes de las elecciones municipales del próximo 26 de mayo. El atasco en el área de Cultura amenaza con generar también problemas en la organización de las fiestas previstas en los diferentes barrios de la ciudad especialmente en los meses de verano, pues según fuentes cercanas al departamento muchos permisos podrían no llegar a tiempo para el inicio de las mismas.

Existen varios factores que hacen previsibles las demoras a la hora de obtener los pertinentes permisos, que deben ser previamente informados y tramitados por los técnicos. A la elevada carga de trabajo derivada de la necesidad de cerrar los programas de la Ascensión, San Juan y San Mateo antes de la cita electoral se suman las trabas generadas por la nueva ley de contratos y la asunción de nuevas tareas por parte del departamento este año. Alcaldía es consciente de estos problemas y, sin ir más lejos, el pasado viernes y el de la semana anterior se organizaron sendas reuniones entre los grupos del gobierno para abordar medidas que permitan tramitar las fiestas veraniegas a tiempo.

Este 2019 es el primer año en el que los expedientes de las fiestas de los barrios se tramitan desde Cultura. Hasta el año pasado era el área de Turismo el encargado de despachar estos trabajos, pero la incorporación en este ejercicio de los seis trabajadores readmitidos tras su despido por parte de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) llevó a Cultura a asumir también estas tareas al corresponder al área de Festejos, que dirige Roberto Sánchez Ramos (IU)

De la media docena de nuevos efectivos incorporados, dos realizan labores técnicas, tres ejercen como administrativos y uno como auxiliar. El problema es que uno de ellos se encuentra de baja y el resto están totalmente inmersos en los preparativos de las grandes festividades locales. A ello hay que sumar su falta de experiencia en la tramitación de los más de medio centenar de festejos que suelen requerir autorización para su celebración a lo largo del periodo estival.

Fuentes del propio departamento ya admiten las dificultades para llegar a todo. Si bien toda la contratación artística se ha encargado a promotores privados, la tramitación de los expedientes corre de la cuenta de los trabajadores, por lo que la carga de trabajo es igualmente elevada. Además, la nueva legislación multiplica la documentación necesaria. "Por encima de 3.000 euros cada contrato requiere muchísimo más papeleo que antes", señalan entre los principales problemas que se encuentra a diario la plantilla de Cultura para poder atender al trabajo acumulado.

Los problemas con la tramitación de las fiestas de barrio no son algo nuevo para el Ayuntamiento de Oviedo. Sin ir más lejos, a finales del pasado agosto hubo incidentes importantes con tres citas. Las fiestas de Teatinos tuvieron que empezar con más de una hora de retraso al serle denegada la licencia, tan sólo unas horas antes del inicio, por problemas en la homologación de una de las carpas utilizadas. En Colloto y San Lázaro lograron in extremis el permiso para poder comenzar la celebración.

Sin licencia

Meses más tarde se conoció que la situación era incluso más grave. La convocatoria de subvenciones a las fiestas de barrio desveló que las solicitudes de ocho asociaciones habían sido rechazadas por organizar celebraciones sin los permisos pertinentes. Los "castigados" por esta situación irregular fueron la peña deportivo cultural Ponteo de San Claudio, la asociación de vecinos Paulino Vicente de Teatinos, la sociedad de festejos de Llampaxuga, la asociación de vecinos de Olloniego, la sociedad de festejos Lazarina de San Lázaro, la asociación recreativa Trubia y la asociación Hijos de Las Caldas, que pidió ayudas sin los permisos en regla.

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