"Hace 6.000 años se produjo la primera colonización integral de Asturias", fue en esa etapa, en el Neolítico, cuando todo el territorio que hoy conocemos como Asturias tiene presencia humana. A partir de ahí comenzó la conferencia impartida ayer en el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) por el arqueólogo Ángel Villa. Después, una hora larga de explicación tan científica como amena y llena de pasión y capacidad de comunicación, como suele mostrar el arqueólogo.

Villa lleva décadas estudiando Asturias y es el responsable del proyecto expositivo del Museo Arqueológico. Ayer, invitado por la Asociación de Amigos de Vetusta, Lancia y Pilares, habló de la Asturias anterior a la romanización, esa que está documentada en castros como el Chao Samartín y la Campa Torres.

Del Neolítico solo nos quedan construcciones funerarias monumentales "y la huella arqueológica que tenemos aparece por accidentes ocasionales, no por prospecciones científicas, que no se realizan", criticó el experto. Villa dejó caer durante toda su ponencia críticas contra la conservación del patrimonio arqueológico en Asturias.

Avanzando en el tiempo, Villa llegó a la primera Edad del Hierro y a la proliferación de los castros en Asturias. Se necesitó fijar población y se comenzaron a levantar pequeñas "ciudades" en las que se aprecia, en palabras de Villa, "una monumentalización del espacio".

Ángel Villa, que estudió a fondo el Chao Samartín, en Grandas de Salime, explicó que ese espacio "conserva todos los tesoros que un arqueólogo puede desear". Puso un ejemplo. Estrabón narra hace 2.000 años cómo aquellos pueblos astures cortaban trozos de plata y los utilizaban como medio de pago. "Imagínense lo que supone para un arqueólogo que está excavando en el interior de una cabaña la prueba de lo que escribió Estrabón", dijo aún emocionado.

Ángel Villa recorrió la geografía asturiana de castro en castro y con especial atención al Chao Samartín, "donde hay constancia de la primera arquitectura civil de Asturias", un edificio que parece de culto que se levantaba en la parte superior del Chao y que está datado en el año 800 antes de Cristo.

Las murallas y las construcciones defensivas centraron también buena parte de la intervención, ya que constituyen una gran fuente de información. Villa explicó cómo precisamente la del Chao se derrumbó por un seísmo.

El experto se detuvo también en las explotaciones auríferas que llevaron a los romanos a aprovechar los asentamientos anteriores para explotar las minas existentes. Un interesante paseo por la historia de Asturias que invita a seguir viajando.