Imágenes como la del andamio que lleva años frente a la Catedral de Oviedo cubriendo la ruina de un solar abandonado tienen los días contados. El nuevo Plan Especial de Mejora y Protección del Casco Antiguo (PEMPCA) tratará de combatir la ruina del casco viejo y, para lograrlo, dotará a la administración local de herramientas precisas y potentes como las de la edificación forzosa. Allí donde los propietarios no cumplan con las exigencias de mantenimiento del casco viejo, el Ayuntamiento podrá obligar a construir, rehabilitar o, en su defecto, a intervenir directamente para que la propia administración ejecute las obras.
Ese es el espíritu con el que los técnicos de Urbanismo están redactando el pliego para sacar a concurso la redacción de ese nuevo plan del Antiguo. Y el que el concejal, Ignacio Fernández del Páramo (Somos), defiende para lograr una rehabilitación física y humana de todo el barrio.
La edificiación forzosa no es ninguna novedad. Se está utilizando en la mayoría de los cascos viejos de toda España. Lo hacen los gallegos (Vigo o Pontevedra) y también los asturianos, donde Avilés, cita Del Páramo, es uno de los ejemplos a seguir.
"Para conseguir la conservación del conjunto histórico", explica el concejal, "lo que se pretende es una catalogación mayor de la que tenemos ahora, y abrir nuevas pautas para definir la rehabilitación de todo el conjunto". De lo que se trata es de ver mecanismo para introducir nuevos espacios libres o recuperación de edificios concretos, y del Páramo cita ahí casos como el del Martillo de Santa Ana. Ese objetivo incluye dos tipos de actuaciones en paralelo. Una es la del "plan de etapas de ejecución", que pasa por definir zonas concretas e ir interviniendo sobre ellas. Este método permite ajustar los dineros, optar a fondos de ayudas e ir avanzando hacia la rehabilitación total paso a paso.
El otro camino es el ya citado de la edificación forzosa, que permite, al margen de las recuperaciones pautadas manzana a manzana, la intervención de urgencia allí donde se necesite.
Uno y otro método son compatibles, y Del Páramo cita, por ejemplo, como en Avilés se va recuperando la ciudad a un ritmo de diez solares cada tres años. Otro camino, dentro de este objetivo, es el de la compra directa de edificios por parte de la administración, como hizo, por ejemplo, Gijón con la Plaza Mayor. Del Páramo cita otros casos, como el de Vigo, donde el propio Ayuntamiento compra edificios para rehabilitarlos, instalar vivienda de protección y fijar, así, la población que por otra parte podría verse obligada a abandonar el barrio.
Porque uno de los objetivos últimos de la revisión el plan es el de plantear una rehabilitación que vaya de los físico (los edificios) a lo humano (los residentes).
El Plan Especial de Mejora y Protección del Casco Antiguo parte, en este sentido, de las propuestas realizadas hace ya 25 años por el plan del arquitecto Paco Pol, revisadas y actualizadas. "Desde aquel plan", explica el concejla, "se ha ido deteriorando el patrimonio, y la orientación del barrio ha caminado hacia la tercialización, con una población de residentes que presenta los índices más elevados de envejecimiento del municipio y una carencia importante de falta de comercio de proximidad". Ahí es donde pretende trabajar el plan.
Otros aspectos, más técnicos, pasan también por una simplificación y actualización de algunos corsés burocráticos. A los autores del nuevo plan se les pedirá, por ejemplo, que traten de reconducir, ordenar y simplificar la compleja convivencia que se da en la actualidad en el casco viejo entre diversos ámbitos de protección, como el de la Cámara Santa, los Caminos de Santiago o la Ruta de la Plata, al margen de los elementos protegidos dentro del Antiguo.
Otra cuestión técnica que los redactores del nuevo plan tendrán que tener en cuenta es que se amplía el ámbito de actuación del mismo. Así, se incorporará al ámbito del Antiguo toda la Fábrica de Gas, Regla y los huertos de Martínez Vigil, con el objetivo en este caso, extendido al resto del casco viejo, de tratar de preservar la riqueza de espacios públicos y zonas verdes del barrio.
La previsión es que el nuevo plan se redacte en el plazo de un año y que contratación pueda tener listo el concurso antes de que finalice este mandato. Por otra parte, los redactores del actual Plan General de Ordenación ya trabajan con la idea de dejar fuera del detalle estos ámbitos que se regularán en este plan especial, de forma que se evita que uno y otro documento puedan entrar en conflicto.
