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Oviedo Redondo exige que el gobierno local prime el arreglo de Santa Ana

El Arzobispado estudia la renovación de su viejo proyecto de 1981 para levantar en el solar del martillo un edificio de usos múltiples

Los constructores rechazan que el Ayuntamiento intervenga directamente en la rehabilitación de los solares en ruinas o mal estado del casco antiguo obligando a edificar en ellos sin tener en cuenta a los propietarios. "La propiedad privada es un derecho de los ciudadanos que está recogido en la Constitución, y los poderes públicos no deberían entrar en este terreno, al menos como parece que se propone en Oviedo". Es la reacción del presidente de la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC-Asprocon), Joel García, al plan especial de mejora y protección del casco antiguo (PEMPCA) que prepara el gobierno local a través de la concejalía de Urbanismo. En términos generales, si los propietarios no cumplen con las exigencias de mantenimiento del casco viejo, el Ayuntamiento podrá obligar a construir y rehabilitar, e incluso podrá intervenir directamente para que la propia Administración ejecute las obras.

El portavoz de los constructores en Asturias achaca el estado ruinoso de buena parte del casco histórico a la rigidez de la normativa autonómica. "El problema real reside en que los núcleos urbanos de toda la región, y no solo de Oviedo o de su parte vieja, están ultraprotegidos por las leyes de Cultura y Patrimonio, que hacen que no sea rentable rehabilitar ningún edificio y que estas zonas estén envejeciendo, convirtiéndose en un montón de escombros. Se protege hasta el ladrillo que se edificó en los años setenta sin que nadie haga nada por revertir esta situación", afirma García, para el que la solución pasa por modernizar las leyes de Patrimonio: "Hay que revisar de manera urgente esas leyes autonómicas porque hacen que los cascos urbanos se estén quedando semivacíos. Esa ultraprotección impide el progreso y la renovación de nuestras ciudades y pueblos para que se conviertan en lugares agradables donde vivir. La edificación no está reñida con el respeto a la historia y al patrimonio, pero la defensa de este a ultranza está impidiendo el desarrollo urbanístico y en paralelo la creación de actividad económica y empleo".

El anuncio del plan de mejora y protección del Antiguo tampoco ha sentado bien al grupo municipal de Ciudadanos. Su portavoz, Luis Pacho, cree que se trata de una medida oportunista para ganar votos. "Ahora que ya estamos en periodo electoral el tripartito vuelve a hablar de su plan para el Antiguo, con el que no ha hecho nada en todo este mandato". La formación naranja está de acuerdo con la necesidad de poner en marcha en la zona un proyecto de rehabilitación integral, algo que estaba entre sus propuestas para la ciudad hace tres años. "El tripartito rechazó nuestras ideas. Propusimos que el Ayuntamiento obligase a los propietarios de edificios en ruinas a cumplir con sus obligaciones urbanísticas, es decir, que acondicionasen o derribasen esos inmuebles. Ahora, para nosotros seguirá siendo una prioridad", sostiene Pacho.

La edificación forzosa no es ninguna novedad. Se está utilizando en la mayoría de los cascos viejos de toda España. Por ejemplo, en Galicia (Vigo y Pontevedra) y en la propia Asturias. Es el caso de Avilés, donde se recupera la ciudad a un ritmo de diez solares cada tres años. Existen tres vías para conseguir el objetivo final del PEMPCA. Una consiste en definir zonas concretas del casco antiguo y actuar sobre ellas paso a paso con la posibilidad de optar a fondos de ayudas. La segunda es la edificación forzosa, que permite, al margen de las recuperaciones pautadas manzana a manzana, la intervención de urgencia donde se necesite. La última fórmula es la compra directa de edificios por parte de la Administración, como hizo, por ejemplo, Gijón con la plaza Mayor.

Así, el concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo (Somos), cita casos como el de Vigo, donde el propio Ayuntamiento compra edificios para rehabilitarlos, instalar vivienda de protección y fijar así la población que, por otra parte, podría verse obligada a abandonar el barrio. Uno de los objetivos del plan es plantear uno que vaya de lo físico (los edificios) a lo humano (los residentes). El PEMPCA parte de las propuestas realizadas hace veinticinco años por el plan del arquitecto Paco Pol, revisadas y actualizadas. "Desde aquel plan", explica el edil de Urbanismo, "se ha ido deteriorando el patrimonio, y la orientación del barrio ha caminado hacia la terciarización, con una población de residentes que presenta los índices más elevados de envejecimiento del municipio y una carencia importante de falta de comercio de proximidad".

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