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El historiador al que el tiempo dio la razón

Vicente José González recibió duras críticas por defender el origen romano de Oviedo, confirmado con el hallazgo de la fuente de la Rúa en 2008

El historiador al que el tiempo dio la razón FERNANDO RODRÍGUEZ

El fallecimiento del historiador, arqueólogo y exsacerdote Vicente José González García ha vuelto a poner sobre la mesa dos de las hipótesis que defendió y que más críticas recibieron, el origen romano de Oviedo y la victoria de Bernardo del Carpio sobre el francés Roldán en la batalla de Roncesvalles. La primera es secundada desde hace once años gracias al descubrimiento de la fuente de la Rúa (que el carbono 14 sitúa en el siglo IV) mientras que la segunda sigue teniendo más detractores que valedores.

Uno de los expertos que más enfrentamientos tuvo con González fue Francisco Javier Fernández Conde, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo, y que reconoce que el tiempo ha dado la razón a su colega, al menos, en parte: "Fue un incansable trabajador con una gran vocación altomedieval. Insistió mucho en la presencia de cultura romana en la capital asturiana antes de su fundación. Muchos lo pusimos en duda y ahora ya no se discute esa hipótesis". En la misma línea, el arqueólogo artífice del descubrimiento de la fuente de la Rúa, Rogelio Estrada, alaba el buen ojo del exsacerdote recientemente fallecido, aunque matiza que su hipótesis se basaba en puras conjeturas sin apoyos reales. "Tenía razón sobre el origen romano de Oviedo, aunque lo suyo era más una intuición. Las pruebas del carbono 14 en la Rúa y en un depósito del antiguo convento de San Vicente, hoy la sede del Museo Arqueológico, lo demuestran". Estrada apenas trató con González durante su trayectoria profesional, aunque cree que el historiador visitó en alguna ocasión las excavaciones que se hicieron en los terrenos de la ampliación del Museo de Bellas Artes de Asturias en 2008 en las que se descubrió la fuente.

Gustavo Bueno Sánchez, hijo del fundador del materialismo filosófico, Gustavo Bueno Martínez, conoce bien las duras críticas a las que el exsacerdote tuvo que hacer frente a lo largo de su trayectoria. Primero por su decisión de abandonar la vida religiosa a finales de los años 60 a la vez que otros sacerdotes dando lugar a lo que se conoció popularmente como "el cisma de Oviedo" y recibiendo el mote de "los curas obreros". Después, por ingresar como profesor en Magisterio -entonces Escuela en vez de Facultad- para recibir el menosprecio velado de algunos profesores universitarios. Y, por último, por su teoría sobre la batalla de Roncesvalles. "Eso le generó muchas enemistades, pero, por ejemplo, recibió el apoyo de Bueno, mi padre". Explica Bueno Martínez que a partir de entonces, hubo una disputa entre el departamento universitario de Historia Medieval y el de Filosofía y que incluso González llegó a publicar en la revista filosófica "El Basilisco" su hipótesis sobre la victoria de Bernardo del Carpio en Roncesvalles. "Aquello era como el Tribunal de la Inquisición. Yo también viví el malestar universitario, pero el escrito de González lo publicamos en el número 4 de 'El Basilisco', en el primer año de vida de la revista". Curiosamente, la Fundación Gustavo Bueno retomó la polémica de Roncesvalles en 2008 al organizar la exposición "Oviedo XII siglos" y celebrar un congreso internacional en el Auditorio Príncipe Felipe sobre Bernardo del Carpio, que tuvo más asistentes extranjeros que asturianos.

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