Pensaba que ya se había zafado de la autoridad, pero en el último momento la Policía Local truncó sus planes. Un hombre de 35 años fue detenido en el barrio de La Corredoria cuando trataba de escaparse junto a dos personas en su coche, en el que escondía nada menos que cien gramos de hachís y medio centenar de gramos de marihuana. Al recibir el alto de los agentes estos descubrieron el material, así como abundante dinero que supuestamente había adquirido trapicheando con las drogas.

La detención se produjo a las seis de la tarde del domingo. Una patrulla de municipales se encontraba circulando por la zona de la calle Juan Truyols, en las inmediaciones de la plaza del Conceyín del populoso barrio ovetense, cuando vieron a un vehículo detenido en una parada de autobús. Nada más que el conductor se percató de la presencia policial el vehículo se alejó rápidamente. Los policías le dieron el alto, pero el conductor no redujo la velocidad y prosiguió su marcha.

La insistencia de los agentes permitió parar finalmente el coche en la calle Jesús Castro. En el interior del mismo viajaban tres personas. Tras un cacheo, los agentes localizaron cien gramos de hachís en el bolso trasero del pantalón del conductor y una bolsa con 50 gramos de marihuana bajo el asiento del copiloto. Del mismo modo, los municipales hallaron 1.198,35 euros en billetes de 50, 20 y 5 euros, supuestamente obtenidos mediante la comercialización de las sustancias prohibidas intervenidas en el registro.

El conductor del vehículo fue detenido y trasladado al Cuerpo Nacional de la Policía. Desde ahí fue puesto a disposición judicial por lo que podría ser un delito contra la salud pública y puesto en libertad con cargos a la espera del correspondiente juicio.

Tanto vecinos del barrio como miembros del equipo de gobierno felicitaron a los policías locales por el buen hacer en una intervención que permitió dar caza a lo que parece ser un traficante habitual del barrio de La Corredoria. Fuentes del cuerpo destacaron el éxito de una operación surgida de la casualidad, pero que permite seguir avanzando en la labor de control de tráfico de drogas en la ciudad, especialmente preocupante en algunos barrios de la periferia de la ciudad.