Los búfalos vuelven a bramar. Están de aniversario y lo quieren celebrar destrozando las aburridas llanuras. Álvaro Bárcena (guitarra), Willón de Calle (batería), Sergio Tutu (bajo) y Sam Rodríguez (teclados), "The Electric Buffalo" llevan una década haciendo lo que les da la gana. Así, literal. Son músicos de largo recorrido y como confiesa el guitarrista "este no es un grupo para recorrer España en una furgoneta". Ya lo han hecho demasiadas veces y con muchas bandas. Han rulado para ganar pasta, por exigencias de promoción o simplemente porque les apetecía tocar en un local o en una ciudad determinada. Estos búfalos no son nómadas y sólo se mueven por gusto.
Mañana estarán en la Salvaje (Martínez Vigil, 9. 20.00 horas. 10 euros) y admiten regalos y tarta de cumpleaños. Ellos pondrán su parte, algunos temas nuevos y un repaso a sus dos discos de estudio, "Hiddin' from the butcher" y "Keepin' it warm". Y ya que son buenos chicos también ellos harán un regalo a los asistentes, un USB con 5 canciones, 3 de ellas nuevas ("Old Love", "Patrolman" y "Covered in rust") que demuestran el extraordinario momento de forma compositivo del grupo, además de una versión de "The Allman Brothers Band" ("Don't want you no more") y una versión eléctrica del tema "Wait for us", tema incluido en su último álbum. Y ojo, que sólo saldrán a la venta 100 entradas y a estos tipos no se les ve todos los días, no se prodigan demasiado y la oportunidad es única.
Álvaro, Willón, Sam y Sergio no estarán solos en el escenario. Allí estará también Jandro Espina, el bajista primigenio del grupo fallecido repentinamente el 12 de marzo de 2016. "Jandro tiene que estar, de algún modo tiene que estar y así será", dice Willón. La pérdida fue terrible aquella maldita mañana de hace tres años cuando el rock asturiano se quedó con la sonrisa helada pero la música tiene que seguir sonando y así será.
Los búfalos nacieron en un garito y ese es su medio natural. Les va el trago largo y reposado pero duro y contundente. No se andan con bromas en su recorrido por esa música que tanto les gusta y que les llevó a fundar la banda. Lo narra Álvaro Bárcena. Todo comenzó en un bar en 2007. Álvaro y Willón estaban tomando algo y sonaba "esa música americana, sureña, que tanto nos mola". Hubo arrebato de amistad y de talento, de esos de "ha llegado el momento, vamos a hacer esta música que tanto nos gusta". Y nació una de las bandas más sólidas de la última década. Tenían guitarra y batería así que les faltaba un bajo. "Jandro sólo tocaba con 'Ilegales' así que estaba un poco desaprovechado, se lo propusimos y se unió al proyecto de inmediato". Los búfalos se juntaron y ya ni la muerte ha podido separarlos. Mañana sonarán con toda su elegancia pero también con todas esas ganas de hacer lo que les place, sonar como siempre han querido, nada más y nada menos.
