Ayer fue un día grande para la parroquia rural de Villapérez. Su querida Virgen del Rosario estrenó manto. Pero no fue un manto cualquiera el que bendijo ayer en una soleada tarde el arzobispo Jesús Sanz Montes, en una ceremonia en la que se volcó todo el pueblo.

Se trataba de un manto que fue confeccionado con amor y buen hacer por un grupo de mujeres, muy entusiastas y también artistas, que forman parte de la Asociación de Amas de Casa de esta localidad. Y lo hicieron, explicaron ayer, inspiradas por el manto que cubre a la Virgen de Covadonga. Y el Arzobispo lo agradeció.

"En la vida hay mantos de fiesta como este, que en este caso también es de advocación a la Virgen del Rosario. Y no debemos de olvidar que la buena Madre siempre arropa con su manto a sus hijos", recordó oportunamente el Arzobispo. Y además era 1 de mayo, el mes dedicado a la Virgen del Rosario. La elección del día para presentar el manto no pudo ser el más adecuado.

Pero un 1 de mayo que también está dedicado a los trabajadores. "Y nosotros, los cristianos, recordamos en este día a José, que trabajaba de carpintero, que es nuestro modelo", añadió Jesús Sanz mientras una pequeña con sus medios llantos y alegres sonidos propios de bebés interrumpió el discurso arzobispal.

"Es Alba, una pequeña amiga de 9 meses", advirtió Jesús Sanz a los presentes, que agradecieron la siempre oportuna interrupción de un niño que alegró la ceremonia.

En la misa de ayer, el arzobispo Jesús Sanz Montes le pidió a la Virgen del Rosario "que nos ayude a pasar las cuentas de la vida", a la que encomendó a todos los presentes y rogó para que "nos tape con su manto", que fue confeccionado en un paño sobrio de color azul oscuro bordado con artísticas filigranas que fueron trabajadas por las vecinas de Villapérez en oro.

Y detrás de este manto incontables horas de trabajo. El grupo de mujeres de las Asociación de Amas de Casa "Virgen del Rosario" que se encargaron de su confección comenzaron su trabajo el pasado mes de noviembre.

Fueron siete las que pusieron lo mejor de su buen hacer y de su trabajo a destajo. Y tienen motivos para estar satisfechas, según comentaban algunos de los asistentes al acto, mientras el "Corín" entonaba sus mejores notas musicales. En definitiva, la comunidad de Villapérez se vistió ayer de fiesta. No era para menos.