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Pisando la concha bautismal

Simbología y espiritualidad en una singular obra arquitectónica, sobria pero ambiciosa en lo espacial

Cuando se entra por primera vez en la iglesia de San Juan Bautista de La Corredoria lo primero que sorprende es el diseño de su interior. A primera vista es raro y sorprendente y también un tanto desconcertante. Pero el diseño de la planta del templo tiene una explicación muy sencilla: tiene forma de concha, el santo y seña de San Juan Bautista, que da nombre al templo diseñado por el arquitecto Juan Vallaure, que fue inaugurado en el año 1959.

El espacio que proyecta Vallaure está enmarcado en las nuevas tendencias de arquitectura religiosa de los años cincuenta, inspiradas la mayoría de ellas en los diseños del arquitecto Miguel Fisac. Esta iglesia, además, está considerada uno de los proyectos más interesantes de Vallaure.

El arquitecto proyectó una planta en U, queriendo imitar oportunamente a la concha bautismal, con muros curvados que convergen hacia el presbiterio en ábside, iluminado desde las vidrieras laterales. El espacio destinado a los fieles está iluminado por una ranura continua que se intercala entre los muros y el techo, lo que provoca una luz tenue que resalta los paramentos de ladrillo. Arquitectura y espiritualidad van de la mano en este templo. Todo un éxito del arquitecto.

En las paredes están reflejadas las estaciones del Vía Crucis, y en la parte superior las vidrieras, diseñadas por el artista abstracto Antonio Suárez, dan una luz muy especial al interior de la iglesia.

Ahora vamos al exterior, que arquitectos como Fernando Nanclares y Nieves Ruiz consideran que es sobrio en lo material y ambicioso en lo espacial. La fachada principal refleja los elementos que envuelven el espacio interior, y el campanario tiene un diseño muy singular. La torre está formada por tres bloques, dos de ladrillo y el tercero, curvado, de hormigón; con la peculiaridad de que no se tocan.

El último elemento añadido, en la parte derecha de la fachada, fue la primera piedra del templo coronada por una cruz, que elnuevo párroco rescató del sótano Y los vecinos lo agradecieron.

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