El colegio de La Milagrosa pone este jueves punto final a tres meses de intensas celebraciones para conmemorar una doble efeméride: las bodas de oro de la inauguración del edificio del centro, en la calle Marqués de Pidal, y el centenario del nacimiento de su arquitecto, Javier Sáenz de Oiza. La doble celebración es más que merecida, ya que se trata de una singular obra de uno de los grandes arquitectos españoles de la segunda mitad del siglo XX, y también con la singularidad de que es la única obra que tiene en Asturias el arquitecto navarro, que fue premio "Príncipe de Asturias" de las Artes en el año 1993.

¿Por qué Oiza aterrizó en Oviedo? Lo hizo posible la insistencia de sor Blasa, su tía, una mujer con fama de perseverante, que durante cuarenta y cinco años fue superiora del colegio, al que llegó en 1923. Muchas de sus exalumnas la recuerdan todavía con cariño y respeto.

Los actos conmemorativos de estas efemérides se vienen realizando en el colegio desde el pasado mes de febrero con conferencias, exposiciones, talleres y visitas guiadas. El jueves, a partir de las 17.00 horas, se celebrará una eucaristía en la capilla del colegio. Una hora después, en el salón de actos, tendrá lugar el acto conmemorativo del cincuentenario, que incluirá la proyección de un vídeo sobre la historia del centro y un pequeño concierto protagonizado por la pianista Purita de la Riva, exalumna ilustre del colegio, finalizando el programa con un pincheo a las 19 horas.

La madre superiora del colegio, sor Margarita, confía en que será un gran día, al que están invitadas todas las exalumnas y exalumnos, así como todas las familias que tienen a sus hijos en el colegio.

Tampoco fallarán a la cita las antiguas monjas que dejaron su impronta en estas aulas, que vienen desde fuera de Asturias, como María Teresa Maestre, Carmen Fernández, Victorina, Sabina Martínez, María José Blanco, Puri Morán, María Luisa Aja y también sor Lucía. El siempre recordado padre Teo también asistirá a la clausura de estas actividades que giraron en torno a un oportuno epígrafe: "50 años educando para la vida".