La filosofía consiste, en muchos casos, en acabar con mitos y supersticiones, con postulados que por muy repetidos forman parte del corpus de creencias y que, en ocasiones, no son del todo ciertos.

Es lo que hizo ayer Atilana Guerrero en la Fundación Gustavo Bueno con su conferencia "Escolásticos vs humanistas". Guerrero se basó en tres autores -Juan Luis Vives, Cristóbal de Villalón y Baltasar de Céspedes- para hablar del conflicto entre las dos corrientes filosóficas de los siglos XV y XVI, una filosofía académica y otra de cara al mundo, mundana.

"Hay una polémica entre la universidad medieval, llena de niebla, en la que los profesores subordinaban la filosofía a la teología, y los modernos, que volvían a Platón y Aristóteles", explicó la ponente. Esos modernos "se llevan por medio todas las tinieblas de la Edad Media". Esa es la postura que se ha sostenido siempre, "pero también es un mito que hay que deshacer y que hace tiempo quedó derrumbado, desde el materialismo histórico de Bueno, alineado con la escolástica".

Para Atilana Guerrero, "todo el oscurantismo que se achaca a la Iglesia no es tanto" y lo demuestra con los autores citados, "que estaban en las universidades y eran humanistas". Para la ponente, "la religión protestante sí que tuvo mucho que ver en la filosofía moderna, en la Ilustración". Puso como ejemplo al propio Lutero, "que no tiene nada que ver con la idea luminaria que tenemos del Renacimiento y que rechazaba la filosofía griega y a Roma".

Ese proceso de descomposición de la universidad medieval no se debe tanto al enfrentamiento entre el humanismo y la escolástica, "sino a nuevos saberes como la cosmografía, surgida con el descubrimiento de América y que en España pasa a formar parte de las nuevas artes y se incluye en los planes de estudios de universidades como Salamanca y Alcalá de Henares", explicó Guerrero. También colocó a la gramática como un factor importante y apuntó que "Nebrija ya presenta esa oposición entre la escolástica y el humanismo en el prefacio de su gramática, pero no lo hace en el ámbito de la Iglesia, sino que lo saca de la universidad".

Guerrero rebate así que sea una lucha de escuelas filosóficas y entiende que se trata más de una lucha de religiones.