"El ir y venir entre la Administración y la política genera una especie de zona intermedia poco clara que es la que da lugar a la corrupción". Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Óscar Rodríguez Buznego, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Oviedo, uno de los ponentes en la mesa redonda titulada "Profesionalización versus politización de la función pública".

Rodríguez Buznego abogó por introducir en España una regulación similar a la que existe en otros países, en los que el funcionario que se dedica a la política no puede regresar de nuevo a su puesto. Rodríguez Buznego habló de la necesidad de transformación que tiene la Administración española, reacia a las novedades. "Introducir cambios en la función pública es complejo ya que supone enfrentarse a un gran número de empleados que pueden en estar en desacuerdo", aseguró. "España tiene más corrupción de la que le corresponde como una de las primeras democracias del mundo", añadió. "Debemos tener en cuenta la importancia que tiene aquí la Administración pública, que emplea a tres millones de personas, el 15% de la población ocupada", recalcó el profesor.

"Ese sector público es de una realidad muy compleja que aún se complica más en los últimos tiempos", aseguró. En su opinión, uno de los factores que añade dificultad es la tecnología, que ha obligado a asumir muchos cambios a gran velocidad. La descentralización, una tendencia general en el mundo, es otro factor que condiciona el trabajo de los funcionarios. "La politización de la Administración no es de izquierdas ni de derechas, sucede con todos los partidos", denunció Sergio Fernández-Peña, presidente del CSIF en Asturias, sindicato que organizó el acto. En Asturias existen 63.000 funcionarios. Fernández-Peña reclamó menos vaivenes de cargos cuando cambia un gobierno. La mesa estuvo moderada por Marcos Óscar Martínez, presidente del Colegio de Graduados Sociales.