Víctor del Árbol trabajó veinte años como mosso d'esquadra (policía autonómico catalán), pero esa es otra historia. A Oviedo llega en calidad de escritor para presentar mañana en Trascorrales, en Libroviedo, su última obra: "Antes de los años terribles". El acto arrancará a las 20.00 horas.
- ¿Qué pasó antes de los años terribles?
-El libro cuenta la historia de Isaías, un niño de Uganda de 12 años, y de su hermano Joel, de 8. Los dos son secuestrados por la guerrilla de Joseph Kony para cazar niños albinos y venderlos para sacrificios. Narro la lucha de Isaías por proteger a su hermano y el precio de perder su inocencia. Son los monstruos que se esconden detrás de la indiferencia de la infancia.
- Isaías Yoweri es un personaje real.
-Sí, pero para contar su historia he recurrido al artificio del relato. Es algo que sólo se podía contar desde la ficción. Isaías encarna a todos los hombres y mujeres a los que de un modo u otro les han robado la infancia, pero que luego han conseguido convertirse en personas que no están enfermas de odio ni rencor. He recopilado muchas historias de lo ocurrido en Uganda entre 1992 y 1995, pero no todo se puede contar. Isaías representa a los 300.000 chavales que están secuestrados como niños soldado en algún lugar del mundo, según datos de Unicef.
- Isaías participa en la reconciliación nacional de su país, como han hecho muchas naciones africanas.
-Se ha hecho en Uganda, en el Congo, en Ruanda y siempre parten de un principio básico que es hablar, ponerse frente al otro y afrontar la realidad. No hacer tabla rasa desde el olvido.
- Él tenía que secuestrar a niños albinos para su venta. En algunos países se siguen vendiendo seres humanos.
-Llegué a esta historia por el músico Salif Keita, heredero de la familia real de Malí que fue repudiado por ser albino. Todo esto es real. Hay tráfico de personas y gente dispuesta a pagar un dineral por una mano o una oreja de un niño albino. Hay una auténtica cacería. Es una historia que tenía que contar.
- Usted tiene otra historia, 20 años como mosso d'esquadra. ¿Qué hubiese hecho de estar trabajando el 1 de octubre de 2017, día del referéndum catalán?
-Cumplir órdenes, lo que hicieron la mayoría. He hablado con muchos compañeros sobre ello y se nota malestar por sentirse en el centro de una tormenta en la que no debes estar.
- ¿Y ahora?
-Estoy siguiendo en juicio del "procés", en el que se ve que el discurso independentista ha quedado desarticulado. España puede ser una democracia imperfecta, pero es un Estado de derecho que está funcionando.
- ¿Cómo va a acabar el asunto catalán?
-No sé. Tendrá que pasar del terreno judicial al político. Es cierto que en Cataluña hay división y que el discurso independentista está en la calle, pero la convivencia funciona. La gente quiere soluciones políticas y seguir con su vida.
