Al final de la calle Bermúdez de Castro, en un bajo, está la iglesia de Nuestra Señora de Covadonga. No es fácil reparar en ella, a no ser los domingos, cuando es frecuente que los vecinos del populoso barrio de Teatinos tengan que escuchar la misa desde la acera. El templo suele estar repleto de fieles.
Una iglesia llena de vida y repleta de singulares obras de arte, desde pinturas del cotizado José Paredes, que las cedió por su amistad con el párroco actual, asta otros cuadros y curiosos y artísticos Vía Crucis realizados con objetos recogidos en la basura por este último.
Tras el altar, a la derecha, la imagen de la Virgen de Covadonga está flanqueada por dos pinturas al óleo hechas sobre madera, copias de unas vidrieras de la Catedral de León.
Tampoco falta una imagen de una Virgen del siglo XV traída desde la región italiana de Calabria, y naturalmente otra de Covadonga, que fue donada por Gabino Díaz Merchán cuando era Arzobispo de Oviedo, y que autorizó la creación de la parroquia en el año 1972.
Durante los primeros años la parroquia no dispuso de templo propio. Para el culto se utilizaba la capilla del Hospital Psiquiátrico, ahora prácticamente en ruinas y que es propiedad del Principado de Asturias. No la quiere ceder a la Iglesia.
En el año 1977, siendo ya párroco Juan Antonio Álvarez Rabanal, se adquirió el solar donde se ubica el actual templo, en la calle Bermúdez de Castro, que fue inaugurado por Gabino Díaz Merchán en Mayo de 1979. Antes de la construcción del templo, se celebraron misas también en un bajo de la calle Antracita y en la casa de Chefa, conocida en el barrio como "la obispa", situada en la Costa Verde.
Ahora es parroquia viva, obrera y muy comprometida con su iglesia. Los feligreses se han multiplicado en los últimos años. De treinta niños pasó a más cuatrocientos, de y no muchas personas mayores a estar desbordada por personas deseosas de trabajar por su parroquia.
