Ana Lena Rivera nació en Oviedo y vive en Madrid. Es mujer de apuestas firmes. La primera fue por sus estudios y luego por su trabajo. Llegó a la alta dirección, pero entre viaje y viaje siempre había el runrún de la escritura, desde niña. Le llegó tarde la maternidad, con embarazo de riesgo y reposo obligado. Ese era su momento. Aprovechó ese descanso obligado para dedicarse a escribir. Ya no volvió a su trabajo anterior, lo que no quiere decir que no trabaje. Se toma la escritura como una jornada laboral de al menos ocho horas. Mañana estará en Libroviedo (13.00 horas) presentando "Lo que callan los muertos", novela con la que ganó el premio "Torrente Ballester".
- ¿Qué se callan los muertos?
-Es una novela de intriga. A la protagonista, Gracia San Sebastián, le encargan que investigue un fraude financiero, el cobro de un seguro de un exmilitar franquista.
- ¿Y a partir de ahí?
-Todo lo que pasa en la historia es una disculpa para lo que uno quiere contar.
- ¿Y qué quería contar Ana Lena Rivera?
-Todo lo que escuchaba cuando era niña. Cosas de la posguerra. Detrás de toda la novela está el cambio social de España desde la posguerra hasta la actualidad.
- Con mucha presencia femenina.
-Esos años supusieron un cambio descomunal para todos, pero especialmente para las mujeres, que estaban condenadas a una minoría de edad casi perpetua. Intento reflejar todo eso creando contrastes entre los personajes.
- Podría haber escrito una novela histórica.
-Desde pequeña me apasionó la novela de intriga. En casa había una colección de Agatha Christie de mis abuelos y me apasionaba.
- Lleva años fuera de Oviedo y ahora regresa como escritora a la Feria del Libro.
-Es emocionante. El público que irá vive en las calles, en los escenarios en los que se desarrolla la historia.
