Los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) y del Ayuntamiento de Oviedo han comenzado las labores de reparación de la tubería de abastecimiento que conecta la potabilizadora de Cabornio con los depósitos del Cristo, que aún no se han estrenado a pesar de llevar terminados desde el año 2004. La traída, que tiene una longitud aproximada de siete kilómetros, es una arteria fundamental para completar la modernización del sistema de suministro de agua del municipio.

La conexión entre la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Cabornio y los depósitos situados en El Campón lleva mucho tiempo generando problemas. El Consistorio ovetense ya había recibido la obra en marzo del 2013, pero el Gobierno local, por entonces en manos del PP, se la devolvió de nuevo a la CHC en febrero del año siguiente al aparecer una serie de fallos en la traída. Estas deficiencias se hicieron especialmente patentes a la altura de la localidad de Palomar, en Ribera de Arriba, donde se llegaron a registrar varias fugas y al menos dos graves inundaciones.

Esos problemas iniciales habrían quedado resueltos, pero el Ayuntamiento no recepcionó la obra hasta junio del 2016. Poco después volvió a detectarse una avería, como explicó en su momento la edil de Infraestructuras, la socialista Ana Rivas. Por si esto fuera poco, la actuación se reanudó con la previsión de que los depósitos entrarán en servicio a principios de 2017. Sin embargo, se produjo una nueva demora por la necesidad de llevar a cabo un modificado de obra consistente en asegurar la conexión de las nuevas instalaciones con las redes de Trubia y de San Claudio.

La conducción del agua que sale desde la potabilizadora de Cabornio se sigue canalizando por lo tanto a través de las viejas tuberías de la red municipal, que tiene 450 milímetros de diámetro menos que la "nueva" tubería y 40 años de desgaste a sus espaldas.

Por el momento no se ha fijado una fecha para que los depósitos del Campón entren en funcionamiento. Tienen una capacidad de 75 millones de litros de agua y están destinados a sustituir a los antiguos reservorios, ubicados en una parcela contigua y que sólo pueden contener 50 millones de litros.