Sale del cuartel de Rubín arrastrando todavía el maquillaje de la entrevista que tuvo a primera hora en TVE, al llegar a la parada de El Palais ya se ha quitado la corbata y en menos de cinco minutos ya está dentro del autobús tratando de convencer a un vecino.
-Nacho Cuesta, candidatos de Ciudadanos.
-Sí, le conozco.
-¿Y qué, donde le parece que se puede mejorar, dónde puede hacer algo el Ayuntamiento?
-Bueno. Si empezamos a hablar no acabamos. Están abandonando totalmente la ciudad y la región.
Ve Cuesta el cielo abierto y le cuenta: que de nada vale luchar contra las pintadas si no se ponen cámaras de vigilancia, que hay que tocar el bolsillo (multas) para combatir los actos incívicos, que el Antiguo no puede ser solo de copas y el vecino, José Luis Asensio, se baja del bus se diría que satisfecho de la charla.
Primera parada. El Bulevar. - Pasa el bus junto al Palacio de los Deportes, zona vinculada al Bulevar de Santullano. "Nos manifestamos a favor, por la necesidad de conectar los barrios, y por un proyecto de Bulevar bien hecho, pero no puede ser que el tope fueran 18 millones y se presente un proyecto de 52. Los fondos europeos corren peligro. No se pueden perder".
Segunda parada. Servicios públicos. Remunicipalizar, sí o no. Cuesta, dicen, no se aclara. A ver. "Queremos que los servicios se presten correcta y eficazmente, y que no seamos una de las ciudades que pagan más impuestos. A los contratos externalizados hay que hacerles seguimiento, y si no funcionan, remunicipalizarlos, pero bien. No como hicieron con Recaudación, donde todo se hizo mal. Además, los servicios no tienen que estar privatizados o ser públicos de forma absoluta. Hay modelos mixtos. Y la dinámica europea va por ahí".
Tercera parada. Iniciativa privada. Ha dicho Cuesta que ninguna medida que afecte a un colectivo se tomará sin haberlo pactado previamente con ellos. ¿Supone eso aceptar todas las imposiciones de cualquier grupo aunque vayan contra los intereses generales? "No, pactar es el resultado final de un proceso de diálogo. Lo que no tiene sentido es tomar medidas sobre comercio, turismo o congresos sin contar con la opinión de los actores implicados, que es lo que sucede ahora. Pero claro que el término final de un proceso de diálogo es pensar en el bien de la ciudad. El instrumento para avanzar en estas materias puede ser uno u otro, pero no importa tanto el instrumento como el convencimiento que no se puede avanzar si no es de la mano de los actores implicados.
Cuarta parada. El Cristo. Llega el bus a la altura de la plaza de Toros y Cuesta cuenta que la ciudad está paralizada y que eso ha calado en el plano emocional de los habitantes: "La gente está desanimada, desilusionada, quizá con la excepción de los beneficiarios de los contratos menores del tripartito. Pero la inmensa mayoría está desmotivada. Aquí vemos, también que el trato del gobierno del Principado de Asturias ha sido de absoluto menosprecio, privilegiando a otras ciudades frente a esta, Hay tantos ejemplos: el Prerrománico, e Cristo, la Ópera... Y en el Cristo, además, todos los pasos se dieron con la única finalidad de especular con los terrenos, desde la desafectacion hasta la modificación del plan parcial. Y esa especulación urbanística se ha producido no solo con la complicidad sino con la cooperación necesaria del tripartito. Por eso una de nuestros objetivos es revitalizar esta zona convirtiéndola en una ciudad universitaria. Recogemos el guante que lanzó la propia Universidad. Toda la zona del viejo hospital tiene que estar viva todo el día a todas horas todo el año, no que muera a partir de la una de la tarde como sucedería con la ciudad de la justicia que plantea el PP.
Última parada. Los pactos. Todos quieren saber la política de pactos, pero hoy tampoco la dirá Cuesta. Sí asegura que viene de un sitio, el colegio de abogados, donde se acostumbró "a bajar al barro, a conciliar permanentes intereses contrapuestos de jueces, fiscales, fuerzas de seguridad y administraciones. El Colegio de Abogados es una institución muy diferente a un club social, allí me llamaban el gran mediador, eso se me ha dado siempre bien". "En el Ayuntamiento será difícil pactar con quienes entiendan que el rumbo que tiene la ciudad ahora mismo es el adecuado y que no hay que cambiarlo".
