El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), dependiente del Ministerio de Fomento, garantiza que las obras de ampliación del puente de Nicolás Soria, que acaban de ser licitadas, no afectarán a la circulación ferroviaria por la plataforma situada sobre el paso elevado, en la que hay cuatro vías de ancho estándar de Renfe, incluida las de los Alvia a Madrid y Barcelona, y dos de ancho métrico (antigua Feve). La solución elegida para ejecutar la esperada actuación, con la que se espera aliviar la congestión circulatoria en el barrio de Ciudad Naranco, es la conocida como "cajón empujado" y, según los redactores del proyecto, ha sido seleccionada porque permite compatibilizar los trabajos de ampliación del puente con el paso de los trenes de cercanías, media y larga distancia. Según ha podido saber LA NJEVA ESPAÑA, la única afección prevista es una limitación de la marcha de los convoyes a 30 kilómetros por hora en determinadas fases de las obras, algo que apenas se notará por estar el puente de Nicolás Soria muy cerca de la estación de la calle Uría.
La técnica del "cajón empujado" consiste en fabricar la estructura íntegramente fuera de la plataforma de la vía o de la carretera afectada por la actuación, en este caso las vías de tren de salida y entrada a la estación de la ciudad, para, posteriormente, y mediante una fase de excavación y otra de traslación realizadas simultáneamente, situar la nueva estructura en su posición definitiva. El nuevo cajón tendrá un ancho de 9,80 metros, un gálibo vertical de 7 metros y una longitud total de 36,15 metros.
La solución final, subrayan los técnicos del Adif, mejorará la capacidad circulatoria de la calle Nicolás Soria al reconducir a los vehículos por dos calzadas. Una de ellas descenderá hacia la avenida de Santander, bajo el paso inferior existente, y contará con tres carriles de 3,50 metros de ancho, arcenes de 25 centímetros y una acera de 3,05 metros de ancho. La otra calzada ascenderá hacia Ciudad Naranco por el nuevo cajón, en el que se dispondrán dos carriles de 3,15 metros de ancho, arcenes de 20 centímetros con una acera de tres metros.
Cuando se acabe la obra, las calles Coronel Bobes y Nicolás Soria pasarán a ser de sentido único hacia la avenida de Santander, mientras que todo el acceso de vehículos hacia el barrio se hará por Almacenes Industriales.
El proyecto incluye la adecuación de los cruces de la Avenida Santander, calle General Elorza y calle Pepe Cosmen, así como la adecuación de la calzada bajo el paso inferior existente, recreciendo la actual acera y adaptando el drenaje, y la instalación de alumbrado, semáforos y demás elementos urbanos. El presupuesto de licitación de la obra es de 3.849.079,54 euros (IVA incluido) y el plazo de ejecución previsto es de 12 meses. Si no hay retrasos, los trabajos arrancarán a finales de este año y estarán listos en el último tramo de 2020.
