Tal vez no sea su concierto más multitudinario, aunque seguro que también ha tocado para menos público, pero lo que podrán ver el sábado, a las 12.00 horas, en el Museo de Bellas Artes tan solo 30 privilegiados (las entradas se agotaron en unas horas) será el concierto más artístico de Pablo Moro.
Este escritor de canciones ha pasado tres semanas en el Bellas Artes y de esa semirreclusión voluntaria han salido cuatro canciones que estrenará en un recorrido por la pinacoteca coincidiendo con el Día Internacional de los Museos. Moro, hombre de amistad férrea, no estará solo en ese estreno, le acompañarán Silvia Quesada (voz), Alejandro Blanco (percusión), Álvaro Bárcena (pedal steel) e Iván Cuervo (clarinete).
El músico está "especialmente ilusionado" con el proyecto. Es uno de esos ovetenses que acude con frecuencia al Bellas Artes y se siente "como en casa". Le gusta descubrir, redescubrir cada rincón del Palacio de Velarde, de la casa de Oviedo Portal o del edificio de la ampliación. Un detalle, Pablo Moro sigue accediendo al Bellas Artes por la vieja entrada de la calle Santa Ana. Le gusta perderse "con gozo", en ese laberinto que es el Bellas Artes, un museo "no demasiado grande, pero que, cuando piensas que lo conoces todo, doblas una esquina y te das de bruces con un cuadro que no conocías y te llama la atención".
El autor no quiso revelar los cuadros a los que ha puesto música, quiere preservar la magia para el sábado. La elección no fue sencilla, pero le ha dado pie a componer cuatro piezas muy distintas. Moro llevaba tiempo dándole vueltas a la cabeza y al bolígrafo para hacer temas para su próximo disco y el reto del Museo le ha puesto en la senda. "Han salido cuatro canciones de las que estoy orgulloso". Hay canciones muy de Pablo Moro, en la línea de su trabajo, y otras en las que ha experimentado nuevos sonidos sugeridos por los cuadros. Composiciones hechas desde el punto de vista del espectador.
El sábado se verá y se escuchará lo que este escritor de canciones piensa cuando ve un cuadro.
