Con una de las lunas laterales rota y un ladrillo de grandes dimensiones en su interior. Así aparecieron ayer seis vehículos que estaban estacionados en diferentes puntos del barrio de San Lázaro y en la zona del Campillín, concretamente en las calles Arzobispo Guisasola, Padre Suárez, Hevia Bolaños, El Monticu y Leopoldo Alas. Fuentes de la Policía Local, cuyos agentes fueron los que localizaron los coches dañados, atribuyen lo ocurrido a un acto vandálico, aunque todavía se está analizando junto a los propietarios de los vehículos si falta algo del interior.
El primer vehículo con la luna lateral rota se encontró a las ocho y media de la mañana en la calle Hevia Bolaños y el segundo, a las nueve y veinte en Padre Suárez. Al ver que el ataque era similar, varias patrullas de la Policía Local recorrieron la zona para ver si había más casos y fueron hallando escalonadamente el resto de los coches. Según fuentes del cuerpo, todos tenían un ladrillo en el interior. El último de los coches se encontró a las once y media, en la calle Leopoldo Alas.
Lo primero que hicieron los agentes fue comprobar las matrículas y buscar a los propietarios de los coches para darles la mala noticia. La mayoría de ellos se presentaron en el lugar donde habían aparcado y se llevaron el coche, pero uno de ellos no pudo ser localizado y su vehículo seguía en el parque de la grúa a última hora de ayer.
Después de llevar a cabo ese operativo, los efectivos del cuerpo municipal de Policía dieron aviso a sus homólogos de la Policía Nacional para que iniciasen una investigación más exhaustiva. Según ha podido saber este diario, los agentes especializados han buscado huellas en los ladrillos y han iniciado otro tipo de pesquisas para tratar de atrapar al autor o autores del acto vandálico. Al cierre de esta edición no se habían efectuado detenciones.
