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El Naranco vuelve a ser una prioridad en Oviedo tras treinta años de planes fallidos

Un parque de atracciones centrado en Pinín, el monorraíl, un auditorio al aire libre y un hotel en la cumbre, entre los proyectos que han fracasado

El Naranco vuelve a ser una prioridad en Oviedo tras treinta años de planes fallidos

El Ayuntamiento de Oviedo mantiene negociaciones para adquirir 52,2 hectáreas en el Naranco, terrenos necesarios para generar un gran parque en el entorno de los monumentos y para construir la anhelada variante a la actual carretera que aleje el tráfico de Santa María y San Miguel de Lillo. Además, el monte y su patrimonio histórico y natural han regresado con fuerza a la agenda política municipal y todos los partidos llevan en sus programas electorales compromisos diversos para proteger las "joyas" prerrománicas y dar más valor al emblemático monte, al que la ciudad sigue dando la espalda pese a su indudable atractivo y potencial como gran zona de esparcimiento. Sin embargo, pese al consenso social y político sobre la necesidad de mejorar y aprovechar este espacio natural que ahora se rearma, la realidad es que todos los grandes planes y proyectos que se han ido planteando para el Naranco en los últimos treinta años han naufragado de manera más o menos estrepitosa. Estos son, por orden cronológico, algunos de los más llamativos.

El parque del Naranco, una prioridad absoluta en 1990. La Corporación municipal, entonces presidida por el socialista Antonio Masip, daba absoluta preferencia a la construcción de un parque natural en el Naranco, por encima del parque del Oeste, la ampliación del de Invierno, Monte Alto o los jardines de las Teresianas. Así constaba en la documentación enviada al Principado en 1990 relacionada con el Plan General de Ordenación (PGO). Casi treinta años después, el parque sigue sin ver la luz.

"Pinín", emblema de un parque de atracciones al estilo Eurodisney para la cima del monte. La propuesta más atrevida de las que se han puesto sobre la mesa para el Naranco la presentó en abril de 1993 la Oficina Municipal de Turismo, dirigida por Javier Antón Pertierra. Consistía en levantar en la cima del monte un gran parque de atracciones, al estilo de Eurodisney, dotado también con un palacio de congresos y exposiciones, con oficina de turismo y muestras relacionadas con la tradición y la cultura de la región. El espacio "Los glotones" iba a estar dedicado a la venta de productos gastronómicos asturianos, mientras que la zona bautizada como "El bosque encantado" permitiría descubrir la fauna y la flora autóctonas a bordo de un trenecito turístico. "El pueblo en miniatura" reproduciría la arquitectura tradicional, al estilo del Pueblo de Asturias de Gijón. El parque de atracciones propiamente dicho se denominaba "Viaje con Pinín" y la intención era que reprodujese las principales peripecias del personaje creado por Alfonso Iglesias. Nada prosperó.

El "Plan Rañada": nueva carretera, miradores, aparcamientos y un hotel en la cima. También a principios de los años noventa del pasado siglo, Ramón Fernández Rañada y José González Cebrián presentaron un plan especial para el Naranco, en el que se planteaba la construcción de una nueva carretera de acceso especialmente diseñada para el ciclismo, zonas verdes, un mirador con aparcamiento en la zona de las sidrerías, sendas peatonales y un parque lineal en la cima, para donde también se preveía un hotel, bares restaurantes y hasta una guardería infantil. El proyecto no prosperó, pero ahora inspira la revisión del planeamiento municipal en lo que concierne al monte. La erradicación del tráfico en el entorno de las construcciones prerrománicas ya estaba incluido en el proyecto del parque monumental del Naranco firmado en 1991 por los arquitectos Jesús Menéndez, Nieves Ruiz y Fernando Nanclares, y la historiadora Gracia Suárez Botas.

El campo municipal de golf de "los praos del Molinón". Otra de las iniciativas que se pusieron sobre la mesa en relación al Naranco en los primeros años noventa del pasado siglo consistió en la instalación de un campo municipal de golf en un terreno de Villaperi conocido como "los praos del Molinón" , dentro del área de especial protección del monte. La idea, que no pasó del papel, era habilitar un campo reglamentario de 18 hoyos.

El monorraíl socialista en las elecciones de 2003. Un monorraíl de 5 kilómetros, desde el Aula del Prerrománico hasta la cima y la zona noroeste del Naranco, justo detrás de donde están las canteras, fue una de las propuestas principales del PSOE, con Leopoldo Tolivar Alas de candidato, para las elecciones de 2003. La contundente victoria de Gabino de Lorenzo dio al traste con la iniciativa, en la que también se planteaba una zona etnográfica y un centro destinado al deporte autóctono.

Un auditorio al aire libre junto al Sagrado Corazón. Con el "plan Rañada" en el cajón, el Principado presentó en 2005 un proyecto de parque periurbano para el Naranco en el que, entre otras cuestiones, se planteaba un gran auditorio al aire libre en el Pevidal, en las inmediaciones del monumento al Sagrado Corazón, así como un parque natural relacionado con el patrimonio etnográfico y un centro de interpretación del Naranco y del área metropolitana. Se trataba de una propuesta supramunicipal que incluía actuaciones en los concejos limítrofes. Como el resto de planes cayó en el olvido.

El centro agroecológico en El Pevidal. Un centro agrícola y ecológico en la finca El Pevidal, propiedad del Principado. Se trata de una iniciativa lanzada desde el Ayuntamiento durante este mandato y que tiene pendiente todavía tanto la licitación del proyecto como la cesión de los terrenos por parte de la administración autonómica, algo que, en principio, no resultará complicado de lograr. El Pevidal albergaría, según este proyecto, un centro de recuperación de razas autóctonas y especies arbóreas, cultivos de variedades agrícolas de casería y una quesería.

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