Aprender las mejores técnicas de los profesionales de la sanidad asturiana para salvar vidas en el África subsahariana. Esa ha sido la misión de Obélix Askemdet, un ginecólogo de Chad, durante el último mes en el que casi a diario ha acudido al HUCA para aprender los métodos de varios expertos para tratar de reducir el número de cesáreas entre las más de 4.000 pacientes embarazadas que tiene a su cargo.
A sus 33 años, Obélix es padre de dos hijos y siempre que consigue financiación y alguien que le sustituye trata de hacer escapadas a centros sanitarios europeos para tomar consejo de grandes profesionales. En esta ocasión y por recomendación de la doctora del HUCA Beatriz Duplá, decidió visitar el Principado durante un periodo de 30 días que culminó el pasado fin de semana.
El facultativo del hospital El Buen Samaritano de la capital Chadiense asegura que la experiencia no ha podido ser más provechosa. "El jefe de partos, José Adánez, me enseñó muchas claves", explicó el especialista de un país donde el 80% de los niños siguen naciendo en casa y las muertes tras practicar cesáreas son bastante habituales.
Askemdet reconoce que la sanidad de su país es precaria y a pesar de que él, sin más ayuda, se encarga del seguimiento del embarazo y del parto de todas sus pacientes, lo aprendido le será muy útil. "He descubierto algunas claves nuevas para estudiar radiografías y maniobras manuales importantes para facilitar los partos", apunta como ejemplos.
El médico asegura que eligió la ginecología y la obstetricia porque "la mujer es la humanidad", pero recuerda con tristeza un episodio que le empuja a formarse cada vez más. "Recomendé una ligadura a una mujer que tuvo cuatro embarazos de gemelos, no me hizo caso y al quinto falleció desangrada", relata como muestra de las situaciones que trata de evitar con los consejos de sanitarios asturianos.
