El Oviedo Antiguo se despertó hoy de luto. El Casco viejo de la ciudad acababa de perder, en la madrugada, a una de sus vecinas más populares y más esforzadas en la recuperación de la vida de esas calles, la hostelera Vanesa Alonso Martínez. Pese a que llevaba tiempo peleando contra el cáncer la noticia no dejó de golpear con fuerza a amigos, conocidos y comunidad vinculada a los célebres locales que puso en marcha: el Boca a Boca, en la calle San José, y el Meraki, en El Paraguas.

La pérdida de Vanesa Alonso se siente especialmente por su juventud (tenía 40 años) y por la fuerza que siempre imprimió a sus negocios. El Boca a Boca lo puso en marcha junto a una socia hace diez años, y desde entonces se convirtió en un referente popular con atención a ofertas culinarias alternativas (vegetariano, vegano). Hace dos años, y junto a un cocinero de su primer local, Pablo Cueto, abrió en la Plaza del Paraguas el Meraki, otro local que se abrió un hueco sólido en la ciudad y destacó, entre otros motivos, por una carta que incluía una oferta especial para celiacos.

Al margen de su trabajo en la hostelería, Vanesa Alonso también participó del movimiento vecinal que puso en marcha, hace cuatro años, la asociación "Oviedo Redondo", un nuevo grupo del antiguo empeñado en la regeneración del Casco Viejo, con la recuperación de fiestas y actividades alternativas como el cine en la calle. Francisco Alonso, compañero en las aventuras empresariales y también en las vecinales, recordaba hoy a su amiga con emoción: "Oviedo Redondo pierde", escribía, "a una vecina que amaba el barrio y luchaba por él. En su cortísima vida hizo más por el Antiguo que muchas otras personas juntas. Descansa en paz, amiga, los que tuvimos el placer y el honor de tratarte no te olvidaremos y el barrio entero tampoco".

Desde el Boca Boca también hubo palabras para recordar a la socia fundadora que luchó un año contra la enfermedad mientras intentaba, con éxito, volver a abrir su primer local, que permaneció unos meses abierto por discrepancias entre las dueñas. "Aún estando mala, lo que más ilusión le hacía y una de las cosas que le hizo tirar para delante era volver a ver el Boca a Boca abierto. Y lo consiguió, por lo menos un mes". El Boca a Boca cerrará mañana pero esta noche el Meraki todavía abrirá sus puertas.

La capilla ardiente ha quedado abierta en el tanatorio de El Salvador de Oviedo, donde mañana al mediodía serán incinerados.