Iván González García, el autor del atropello mortal de Mamel Castañón, más conocido como "Pichurry", superó los 0,80 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en la prueba de alcoholemia que le practicó la Policía Local seis horas después de darse a la fuga por el suceso ocurrido en la calle Argüelles de Oviedo. A pesar de triplicar la tasa permitida, la prueba carece de validez legal de cara al caso al ser practicada con tanta diferencia de tiempo.

Fuentes del caso señalan que el resultado del control efectuado justo después de su detención a la puerta de la casa del acusado, "fue incluso superior a 0,80". Según apuntan fuentes del caso, el varón habría continuado de fiesta durante toda la noche después de atropellar a Mamel Castañón a las 3.30 horas.

El conductor se desplazó desde el centro de la ciudad hasta Colloto, donde dejó estacionado el vehículo para seguir de fiesta hasta las nueve de la mañana cuando volvió a su casa de Vallobín y se encontró con los agentes de la Policía Local a la puerta.

Los agentes identificaron al piloto gracias a las grabaciones de las cámaras de vigilancia del teatro Campoamor. Su detención permitió ponerle a disposición judicial, quedando posteriormente en libertad con cargos, imputado por delitos de homicidio imprudente, conducción temeraria y omisión de socorro.