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El hombre apaleado en La Florida, entre la vida y la muerte al agravarse su estado

La familia pide colaboración ciudadana con la Policía Nacional para dar con los autores: "La barbarie de estos asesinos no puede quedar así"

La zona donde se produjo la agresión.

El hombre de 33 años apaleado en la madrugada del pasado lunes cuando volvía a su casa desde las fiestas de La Florida se debate entre la vida y la muerte. Así lo aseguraron ayer a este periódico fuentes familiares, después de que el estado de la víctima, que ingresó en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) con un traumatismo craneoencefálico y varias heridas en la cabeza, se agravase de manera progresiva desde el viernes. Los allegados hicieron ayer un llamamiento a la colaboración ciudadana para ayudar a la Policía Nacional a localizar a los "al menos tres autores" de la brutal paliza.

El varón se mantuvo sedado y estable en los primeros días de ingreso, pero según fue avanzando la semana las cosas se torcieron. Unas pruebas practicadas el viernes certificaron el agravamiento y llevaron a los médicos a realizarle una intervención de urgencia. Lejos de mejorar, la situación fue a peor, hasta el día de ayer, cuando pasó a debatirse entre la vida y la muerte. Si bien a lo largo del día llegaron incluso a circular informaciones sobre su fallecimiento, la familia corrió rápidamente a desmentir dichas noticias. "Está muy mal, pero aferrado a la vida y peleando, porque es un gran deportista", comentó un primo que a lo largo de la jornada permaneció en el hospital siguiendo la evolución de su pariente.

Justicia

Mientras la víctima pelea por sobrevivir, los familiares claman justicia para los autores de la paliza. Las informaciones apuntan a que fueron al menos tres los jóvenes, de entre 18 y 24 aproximadamente, que se lanzaron a por el agredido después de que uno de ellos le pidiera tabaco y obtuviera como respuesta del herido que no era fumador.

Los agentes cuentan hasta ahora con el testimonio de las dos acompañantes de la víctima. Las investigaciones necesitan más testigos para poder estrechar el cerco a unos agresores entre los que se encontraría "un chico de considerable altura", según fuentes cercanas a la investigación. "La barbarie de estos asesinos no puede quedar así", señalaba ayer el primo del herido.

Queda por aclarar si la agresión perpetrada por los jóvenes fue un caso o puntual o, por el contrario, se trata de un grupo organizado que pudiera utilizar la violencia para extorsionar a transeúntes de la zona.

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