Su primer día de Alcalde, Alfredo Canteli salió de casa por la mañana, a eso de las nueve, y regresó al rato con unos croissants para el desayuno. "Es todo más normal de lo que parece, él es sencillo", contaba ayer a mediodía, a la puerta del teatro Filarmónica, el hijo del hombre que ha devuelto al PP al puesto de mando en Oviedo. Antes de su primer acto oficial, la última sesión del Concurso y Muestra de Folclore "Ciudad de Oviedo", Canteli improvisó una reunión en la plaza Porlier. Se vio con el manchego Vicente Tirado, vicesecretario de política autonómica del PP que lo felicitó y señaló a Oviedo como uno de los orgullos del partido, junto a Madrid. El nuevo alcalde atendió a LA NUEVA ESPAÑA en un banco de la misma plaza. Sereno, analizó el pleno en el que se materializó su toma de posesión, rechazó las críticas del saliente Wenceslao López (PSOE), reclamó a Ana Taboada (Somos) colaboración y apostó por un entendimiento sin fisuras con su socio de gobierno, Nacho Cuesta (Cs).
- Habló con el exalcalde al acabar el Pleno de investidura, ¿qué le dijo?
-No le dije nada. Él me felicitó y me dijo que lo sentía por Oviedo.
- ¿Y no le respondió?
-No. No es mi estilo. No me gusta esa forma actuar que tuvo, poco menos que diciendo que venimos al Ayuntamiento a robar. Me hubiera gustado que en la campaña hubiese hablado de sus cuatro años de gobierno. Nunca lo conseguí, no me respondió a ciertas preguntas que le hice. Es una vergüenza lo que vino a decir en un día que debía ser de fiesta y donde tenía que respetar lo que decidieron los ciudadanos.
- Dijo que Ciudadanos llegaba para blanquear su basura, que habían formado el gobierno de la degeneración.
-No responderé, yo no soy así.
- Sí que se dirigió usted claramente a Ana Taboada tras su investidura.
-Le dije que se dejara de historias, que nos pusiéramos todos juntos a hacer equipo, pues realmente somos 27 personas trabajando por Oviedo y deberíamos dejar de mirar atrás, yo no soy aquel, yo soy Alfredo Canteli, soy una persona honrada y decente. Le dije: "Ana, hay que cambiar el mensaje".
- ¿Cuál será su primera medida?
-Las aceras, que no haya baldosas rotas, la limpieza, las cacas de los perros, que no haya perros sueltos por ahí. Las cacas son un desastre. Es una vergüenza que un señor en silla de ruedas pise cacas de perro, eso lo he leído en LA NUEVA ESPAÑA.
- Siempre habla de aceras, baldosas y farolas...
-Lo que el ciudadano echa en falta.
- Es lo que hacía usted en el Centro Asturiano, que estuviera guapo.
-Es que en el Centro no podía haber una baldosa rota. Sabían que si yo detectaba una y al día siguiente seguía igual... A veces me decían, "presi, no tengo nadie para hacerlo", pero es no es mi problema; y al día siguiente estaba arreglada.
- Vamos, que quiere que Oviedo tenga mejor cara.
-Eso es fundamental. Que el ciudadano se sienta a gusto y que quien venga de fuera se enamore de Oviedo por su limpieza, por su orden, por su iluminación, por sus pasos de cebra.
- ¿Por sus pasos de cebra?
-Es raro el día que no leemos que hay un atropello. La gente debe usar los pasos de cebra pero tienen que estar bien señalizados, que se vean desde el coche y que la gente sepa que si no pasa por ahí le pueden multar. Es una vergüenza lo que está pasando, llevamos demasiados atropellos.
- Todavía no se ha afiliado al PP.
-No me lo planteo. Ni hace falta, ni me lo han pedido. Yo he venido a trabajar. He trabajado mucho por el partido que elegí para venir al Ayuntamiento. Conseguimos un éxito, un éxito importante, un resultado magnífico, otros gobernaron con cinco concejales (como hizo el PSOE durante el último mandato).
- Y usted ha pactado con Ciudadanos, ¿aguantará el acuerdo con Nacho Cuesta?
-Creo que va a ser muy cómodo. Por lo que estoy viendo estamos muy cerca el uno del otro.
- ¿Qué es lo que no repetirá del tripartito?
-Hay que llevarse bien, ir juntos siempre. No se puede viajar a Madrid cada uno por un lado y, al volver, ponerse a discutir. En el Pleno del sábado se tiraron los trastos a la cabeza. Nosotros somos gente muy normal que quiere trabajar para Oviedo. En la negociación nunca se habló de cargos sino de proyectos, de lo que queremos para la ciudad y ahí coincidimos plenamente.
- Entonces, ¿qué espera de Nacho Cuesta?
-Lo espero todo porque yo voy a darlo todo también. Quiero que sea mi amigo, es fundamental. Y si lo consigo, que lo voy a conseguir, Oviedo va a funcionar.
- Aguantará el navajeo dialéctico que se da a menudo en los Plenos.
-Yo estoy muy curtido aunque ese no es mi estilo, me voy a mantener al margen. Ellos (se refiere al PSOE) son responsables de muchas cosas en Oviedo. No quiero sacar el tema de la corrupción, no quiero hablar del PP ni del partido socialista pero si cogemos una balanza, a lo mejor se inclina hacia su lado.
- ¿Cuál es el plan para el primer día?
-Iré al Ayuntamiento por la mañana, ya me querían dar las llaves, pero yo no las quiero. Estaremos allí todos y hay que empezar a conformar todos los órganos municipales donde yo, lo admito de corazón, me pierdo. La gente que sí sabe de eso lo hará con mi visto bueno y empezaremos a confeccionar todo para que el Ayuntamiento empiece a funcionar en ocho o diez días.
- ¿No se cansa de mandar? Lleva treinta años entre unas cosas y otras.
-Llevo mucho más. Mandé mucho más que en el Centro Asturiano. En el banco (fue director regional de Banesto en la época de Mario Conde) mandé los últimos veinte años, desde que me pusieron al frente de la oficina principal, también fui director de zona... En mi discurso de investidura dije que mi trayectoria fue de honradez y honestidad. Pero eso dije a Ana Taboada que hay que cambiar el mensaje. A Wenceslao López no le respondí.
- Presume usted de transparente.
-Yo nunca engaño. No sé mentir, lo digo de corazón. Toda mi vida fue así. Con mi familia, con mis amigos... En el banco, entraba un paisano por la puerta y si era no, era no, yo nunca toreé a nadie .
- ¿Cambiará muchas cosas?
-Hay que cambiar lo que no funciona y en Oviedo hay muchas cosas que no funcionan. Si algo está bien no miraré si lo hizo el PSOE u otro, pero hace falta arreglar unas cuantas cosas.
- ¿Por ejemplo?
-El mantenimiento en general, el asunto de la iluminación, lo que ya he dicho.
La calma que Alfredo Canteli exhibe durante la entrevista se convierte en prisa en cuanto constata que el tiempo ha terminado y que es hora de entrar al Filarmónica para presidir su primer espectáculo como alcalde. Al otro lado de la plaza aguardan en un banco la concejala del PP Covadonga Díaz, veterana de la candidatura, y Alfredo Canteli hijo. Se levantan y le acompañan en el paseo. Dejan a su espalda la Audiencia Provincial, camino del teatro. Allí le esperaba al flamante alcalde su primer baño de multitudes. Ya durante la entrevista algún espontáneo se animó al saludo. En el trayecto, Alfredo hijo recuerda a su padre que a las tres comen en el Fontán. Estará Marta, la esposa del alcalde y Cecilia, una de sus nueras. Dentro del Filarmónica, Canteli gana la primera fila de abrazo en abrazo antes de que se apaguen las luces. En el intermedio, aún responde a algunas preguntas más.
- ¿Está notando el calor de los ciudadanos?
-Me sentí arropado durante la campaña. Y creo que Oviedo ahora está contento, feliz de tener un alcalde que va a darlo todo con honradez, con honestidad y decentemente. Uso esta palabra porque me disgusta que haya quien la pronuncia en contra nuestra. Tengo una trayectoria profesional impecable y algunas intervenciones que he escuchado me disgustan.
- Últimamente se han escuchado quejas sobre el estado del teatro Campoamor.
-Unos se ocupan del teatro Campoamor porque actúan allí. Otros del Palacio de los Deportes porque es lo suyo. Yo digo que Oviedo está abandonado, vamos a trabajar por Oviedo, sin grandes obras inicialmente. Pero seguramente lo primero que enfoquemos sea la plaza de toros para que la ciudad pueda tener un gran recinto para festivales y luego será el momento de esas grandes obras que no dependen totalmente de nosotros pero que vamos a trabajar por ellas.
- También dijo que auditaría las contratas municipales.
-Hay que saber si están suficientemente pagadas, si los contratos son correctos porque Oviedo no crece y hay que saber qué es lo que pasa. ¿Falla el control? Posiblemente. Hay que saber por qué están pasando cosas que antes no pasaban. Por qué Oviedo estaba limpio y ahora ya no lo está. La auditoría va por ahí.
