Hasta el 30 de junio podrá disfrutrarse en Oviedo de unas jornadas gastronómicas protagonizadas por los mejores productos "pata negra" de Cinco Jotas.

Los mejores sabores ibéricos llegan a Oviedo de la mano de Cinco Jotas y Bodegas Montecillo, del grupo español Osborne, una de las 100 empresas más antiguas del mundo.

Al evento de presentación acudió Rocío Osborne, sexta generación de la familia, representando y explicando el negocio familiar de esta empresa española, y destacando la calidad y los valores de todos los productos de alimentación, vinos y destilados del grupo.

Esta experiencia gastronómica podrá disfrutarse hasta el 30 de junio, para el disfrute de los paladares más exigentes y exquisitos.

Al evento de presentación de las jornadas también acudió Francisco Solano Curto, jefe de producción de Bodegas Cinco Jotas Jabugo, quien explicó la elaboración de todos los productos de forma artesanal de Cinco Jotas, presentó también la exclusiva selección privada de un conocido establecimiento de Oviedo. El restaurante selecciona uno a uno cada jamón ibérico de Jabugo en la bodega, donde cada pieza está numerada y seleccionada por el restaurante, para garantizar el mejor producto.

La propuesta comienza con aperitivos Curados Ibéricos Cinco Jotas -jamón, presa, lomo, morcón y salchichón-, unos productos naturales y artesanales. Estos jamones 5J son de cerdos de raza ibérica 100%, los cuales tienen una genética peculiar que permite la acumulación de grasas entre paquetes musculares y dentro de las células. Estos son criados libremente en el milenario paraje de la dehesa donde flora y fauna crecen en sintonía y donde las bellotas de encinas, alcornoques y quejigos son , sin duda, el fruto más importante. Esencial para conseguir el mejor jamón 100% ibérico, la bellota le transfiere sus propiedades únicas. La clave de un buen jamón está en mantener el espíritu artesanal y primar la calidad sobre la cantidad, y Cinco Jotas tiene como referente también la selección de los cerdos para que estos se hayan movido en libertad entre 18 y 24 meses y que se hayan alimentado en régimen de montanera con las bellotas de las dehesas.

El cerdo que vive en libertad entre 18 y 24 meses, la materia prima, supone el 70 por ciento de la calidad final de un jamón. El resto depende de factores como el proceso manual de salado de cada pieza, y la curación en secaderos que se puede prolongar durante casi un año y medio. Luego al menos un año de bodega para seguir madurando y desarrollar el color, aroma y sabor. En ese momento el jamón pesará un 40% menos que cuando se produjo el despiece tras la matanza. Un proceso lento y costoso que, a tenor del excelente resultado final, merece la pena para disfrutar de uno de los alimentos más valorados en el mundo.

Asimismo, el cliente puede disfrutar de platos individuales elaborados. Risotto con carrillera y alioli de jamón, tataki de presa con vinagreta dulce de mostaza, presa con juliana de verdura al ajillo y vino dulce, croquetitas de carrillera, lagarto salteado con rebozuelos, huevo poché y velo de jamón, steak tartar de solomillo, flamenquín de lomo con patatas especiadas y crema de boletus, burrito de costilla con guacamole y cherrys confitados. En cuanto a los postres, el restaurante propone dos propuestas, de castaña, chocolate blanco y avellana y crema tostada, bizcocho genovés al licor de bellota y helado.

Todos estos platos se pueden maridar con vinos rigurosamente seleccionados, vinos de larga guarda, con una alta calidad, y pertenecientes a Bodegas Montecillo, la tercera bodega con más historia de La Rioja. Al evento de presentación acudió Carlos Silva Santos, sumiller de Bodegas Montecillo, quien ofreció una clase magistral y una cata para maridar vinos e ibéricos.