El joven que se estampó la madrugada del sábado contra la fuente de los Cuatro Caños y que destrozó con su coche uno de los emblemas del barrio de La Corredoria es uno de los "mayorinos" del Angliru. Héctor Carballo, que dio 0,78 en la prueba de alcoholemia y será procesado por vía penal, trata de justificarse, al menos en parte. El chico, al que se le habían quitado 6 puntos del carné hace meses por dar positivo en un control de alcoholemia, asegura que esa noche "me lié tomando cacharros".

Héctor Carballo iba con otro chico y con una joven de 20 años que resultó herida leve. "Le duele un poco la espalda, pero gracias a Dios no es nada grave", dice aliviado el cabecilla de los "mayorinos del Angliru". El conductor entró en la rotonda de Cuatro Caños desde la carretera que viene de Lugones. En ese momento, perdió el control de su Volkswagen Golf e invadió la zona ajardinada, recorrió varios metros de césped hasta empotrarse contra la fuente situada en el centro y subirse literalmente al murete que la rodea. "No me acuerdo de nada, debí de perder el conocimiento por el cansancio. Sentí dos golpes fuertes y que me vino el airbag a la cara". Fuentes policiales aseguran que Carballo intentó irse del lugar del accidente y fue detectado por una patrulla.

El joven formaba parte del grupo de siete veinteañeros que en enero del año pasado, en un todoterreno y en pleno temporal de nieve, se aventuraron Angliru arriba y quedaron atrapados sin ni siquiera ropa de abrigo. Aquel suceso dio la vuelta a España a raíz de las conversaciones de Héctor Carballo con el jefe de sala del 112. Algunas expresiones del responsable del servicio de Emergencias a la hora de atender las llamadas de socorro de los jóvenes -como las de "ya somos mayorinos" o "cuatro por cuatro, dieciséis"- le costaron un apercibimiento.

"Sí, el conductor era yo. Había salido de trabajar, me lie y tomé unos cuantos cacharros, pero lo importante es que no le ha ocurrido nada a nadie". Al habla con este periódico, Carballo admitía su culpa.

El joven reconoce que no está atravesando "una buena racha" en la carretera desde que ocurrió lo del Angliru y dice que no recuerda nada del accidente de La Corredoria, aunque tampoco esconde que se tomó unas copas antes de coger el coche. La noticia corrió como la pólvora. "Guaje, ¿preparaste alguna ayer?", le preguntó su amigo Daniel por Whatsapp, mientras le adjuntaba la foto del coche encaramado a la fuente. "Sí, macho, no vi la rotonda", respondía este conductor proclive a situaciones rocambolescas.