Héctor Carballo, el joven que en la mañana del domingo empotró su coche contra la fuente de Cuatro Caños de La Corredoria, no podrá volver a ponerse al volante hasta nueva orden. La jueza titular del Juzgado de instrucción número 4, en funciones de guardia, emitió ayer un auto por el que le retira de manera cautelar el permiso de conducir y le deja en libertad con cargos por delitos contra la seguridad vial, otro de lesiones por imprudencia grave y un delito contra el patrimonio histórico, también por imprudencia grave.

En principio estaba previsto que el joven que se hizo famoso en enero de 2018 por ser uno de los siete "mayorinos" que quedaron atrapados en el Angliru en pleno temporal de nieve se enfrentara a un juicio rápido. Sin embargo, la imposibilidad de acudir a declarar de la joven que viajaba con él y resultó herida imposibilitó la culminación de la vista, aunque en principio estaba prevista la declaración del procesado y del otro varón que viajaba en el coche aquel día.

Carballo estaba citado a las 11.20 horas, pero se negó a declarar. A la entrada del Juzgado declinó hacer declaraciones, aunque se mostró agresivo con los medios. "Si me sacas una foto, te rompo la cámara", declaró antes de entrar al Juzgado de guardia junto a su letrado.

De momento las pesquisas siguen abiertas y el Juzgado se guarda la posibilidad de volver a llamar a declarar al imputado más adelante. La magistrada tampoco descarta modificar las calificaciones a lo largo de la instrucción del caso. La misma decidió dejarle en libertad a pesar de contar con antecedentes por delitos contra la seguridad vial.

En principio todo apunta a que tendrá que responder por conducir bajo los efectos del alcohol. Los 0,78 miligramos de alcohol por litro de aire espirado registrados en la prueba de alcoholemia llevaron al ministerio fiscal a pedir la imputación por un delito contra la seguridad vial. Asimismo, se contempla que los daños causados a la fuente, construida en 1790 y declarada BIC en 1993, puedan suponer un delito contra el Patrimonio.

Por último, los daños sufridos por la joven de 20 años que le acompañaba podrían ser motivo de condena por un ilícito de lesiones por imprudencia.