La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Bueño planta cara a la avispa asiática con trampas caseras de zumo de higos

El último nido localizado está en un cerezo de una finca de Marcelino Bárcena: "Cuando lo vi pensé que era un saco que había traído el viento"

Marcelino Bárcena señala la parte del cerezo de su finca donde apareció el nido de avispa asiática. MIKI LÓPEZ

La localidad de Bueño, en el municipio de Ribera de Arriba, ha visto en los últimos días cómo prolifera en el entorno la presencia de la avispa asiática ("vespa velutina"). La especie ha construido varios nidos en viviendas o árboles cercanos y ha causado molestias y la inevitable alarma entre los vecinos, que plantan cara a la "invasión" con trampas caseras a base de zumo de higos.

Dos de los nidos aparecieron junto a sendas viviendas de la localidad y fueron retirados con inmediatez. Con otro se encontraba el pasado miércoles uno de los vecinos, Marcelino Bárcena, en un cerezo situado en la finca de su vivienda. "Estaba sentado en una mesa fuera de casa y observé que había algo en el árbol. Al principio, como hacía viento, pensé que era un saco que había volado hasta allí, pero después me di cuenta de que era un nido", explica. Avisó entonces al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que pidió que le hiciera una foto al nido y le aseguró que se lo retirarían en el plazo aproximado de una semana. Otros vecinos que tienen su finca junto al árbol en el que apareció este nido han mostrado su preocupación, porque en ella suelen jugar niños y temen que les puedan causar daño.

La presencia de avispas fue especialmente intensa la última semana. Así lo asegura Gersán Montes, camarero de uno de los establecimientos hosteleros de la localidad, que se encontró con muchas de ellas en su terraza. "A veces, cuando ibas a recoger, aparecían hasta en los vasos", señala.

Dada la presencia creciente de estas avispas, los vecinos se han puesto manos a la obra para luchar contra ellas. Uno de los remedios principales ha sido la colocación de trampas. Su artífice es Lea Martín, ayudada por Israel Lozano. En una higuera cercana a su vivienda pusieron varias botellas de plástico con la parte alta invertida, colocada en embudo.

El líquido que introdujeron en las botellas, que atraía extraordinariamente a las avispas, era zumo de higos fermentado. Cayeron en la trampa muchísimas. Israel Lozano explica que habían probado otros líquidos pero ninguno de ellos funcionaba adecuadamente. Al final, concluyeron que las avispas se veían atraídas por aquellos frutos que consumen habitualmente. "Si , por ejemplo, ves que las avispas se alimentan de los frutos de un ciruelo, lo mejor es que la trampa esté hecha con ciruelas", concluyó este vecino de Bueño.

Los vecinos esperan que se retiren todos los nidos y que no proliferen más, para que acabe de una vez por todas una molestia no exenta de cierto peligro.

Compartir el artículo

stats