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Cuestión de verbos

Los exámenes de Francés de la catedrática Carmen Fauste tenían fama de duros

Cuestión de verbos

Estudié francés tanto en el Instituto como en la Escuela de Comercio y siempre con la misma profesora, la catedrática Carmen Fauste.

Como mal estudiante que fui, los mes de verano eran para recuperar lo suspendido en junio. Mi cuñada Emma sabía francés y ella se encargaba de darme la clase de la asignatura. Así llegué al último año con la asignatura de "Francés Comercial" y, no es por nada, pero llevaba la asignatura mejor que aprendida.

Llegó septiembre y me presenté al examen oral con doña Carmen. La lectura y la traducción me salieron de rechupete, con lo cual pasé al examen escrito. Con mi alegría de haber aprobado la primera parte, fui con cierta chulería a la parte escrita.

Repito, con aquella alegría, me tropecé con el verbo "llover", es decir, "plevoir", que había que conjugar por el presente de indicativo, como así preguntaban en el examen. Yo, tan fresco, conjugué el tiempo en todas sus formas personales: ¡qué desastre! Menos mal que la mala nota del escrito fue levantada por el buen examen oral. Los verbos irregulares franceses nunca se me dieron muy bien, como así se demostró en un curso que hice muchos años después en el Colegio San Fernando, de Madrid, ya en mi etapa de jubilado. Eso sí, leía el francés como nadie en dicha clase, con lo cual me liberó de que no me echasen del curso.

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