El gobierno en coalición de PP y Cs en el Ayuntamiento de Oviedo está decidido a que la bandera de España ondee en el centro de la ciudad, de forma permanente, en lugar destacado y muy visible. No es la primera vez que un proyecto de estas características se pone encima de la mesa, pero con el nuevo equipo de gobierno se han acelerado las gestiones y el Ayuntamiento estaría decidido a lograr desplegar esa gran bandera de forma casi inmediata, si no en este año, sí a lo largo de 2020.
Las dudas que hay ahora en los distintos servicios municipales que están dando vueltas a la propuesta, urgida por el equipo de gobierno, tienen que ver con la ubicación de la enseña nacional. Una de ellas, analizada ya en anteriores gobiernos del PP, hace más de cinco años, es la Plaza de España. A su favor tiene el entorno de Delegación del Gobierno y de la Delegación del Ministerio de Defensa, la simbología nacional ya incorporada a la plaza y, también, esa situación de dominio geográfico sobre la ciudad que tiene la zona. Sin embargo, la extensión del Campo de San Francisco, a sus pies, hace muy difícil que una bandera de España pueda ser divisada desde el centro de la ciudad. Y el objetivo del equipo de gobierno es darle al estandarte rojigualdo ese carácter de prevalencia para que pueda ser contemplada desde la zona centro de la ciudad.
La cuestión de la visibilidad es lo que está inclinando la balanza sobre una nueva ubicación que, curiosamente, dejó en bandeja el anterior equipo de gobierno. Se trata de la torre-vigía instalada al inicio de la calle Fruela, en el cruce con San Francisco, Santa Cruz, Uría y la Escandalera. Con la obra ya realizada para sujetar un mástil que de momento sólo sostiene una cámara de tráfico, PP y Cs, están decididos a aprovechar la coyuntura y la base ya montada en la calle para desplegar un nuevo mástil de unos 25 metros de altura, según varias fuentes, casi la misma que tiene el edificio anejo del Termómetro.