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El radar tras el túnel de La Bolgachina pone multas ilegales, admite Tráfico

Un informe de Carreteras avala que el dispositivo fotografía los coches en un punto donde el límite de velocidad es ya de 120 km/h en vez de 90 km/h

Imagen de un accidente en el viaducto de la Bolgachina. Luisma Murias

El radar de la salida del túnel de La Bolgachina, uno de los puntos negros de sanciones por exceso de velocidad de la región, pone multas ilegales. Al menos eso es lo que admite tráfico al revocar el castigo a un conductor de Gijón después de que este demostrara, mediante un informe del ingeniero jefe de la Demarcación de Carreteras, que el dispositivo captó a su vehículo cinco metros más allá de la señal de fin de prohibiciones que determina que el límite permitido es de 120 km/h y no 90 como se refleja en el expediente sancionador.

Samuel Morán, el usuario que ganó la batalla a Tráfico, ve muy probable que todas las multas impuestas en ese mismo punto en sentido León sean irregulares debido al ángulo de la cámara del radar y por ello anima al resto de sancionados a presentar recursos. El mismo Morán tiene actualmente otros dos recursos presentados a raíz de dos sanciones idénticas, con los mismos argumentos que le dieron la razón en su momento.

La batalla del conductor para obtener la razón fue larga. Morán suele desplazarse regularmente a la localidad riberense de Tellego y fue en uno de esos viajes, el 7 de julio de 2017, cuando el radar le pilló saliendo del túnel de La Bolgachina a 98 kilómetros por hora. El expediente sancionador reflejaba que el límite en la zona era de 90, pero el conductor se quedó con la mosca detrás de la oreja y decidió tomar medidas. "Yo empecé a acelerar tras salir del túnel y la multa me parecía injusta", señala.

El hombre recurrió la sanción y tras varios trámites consiguió que Carreteras le diese la razón con un informe firmado por el ingeniero jefe de la Demarcación, César Fernández-Nespral. El informe señalaba que el radar se sitúa en el kilómetro 30,253 y captó al vehículo a la altura del 30,287, cinco metros más adelante de la señal de fin de prohibiciones que eleva el límite de velocidad de los 90 kilómetros por hora a los 120.

El conductor alegó, apoyándose en dicho informe, que para empezar había un defecto de forma al fijar la sanción en el punto kilométrico 30,2 cuando en verdad el radar se encuentra 53 metros más adelante. En todo caso, solicitó la revocación de la sanción apoyándose en que la misma se motiva en un exceso de velocidad que no existe, pues el punto donde se capta el vehículo el límite es de 120 y en ese momento circulaba a 98 kilómetros por hora.

La Dirección General de Tráfico resolvió el 6 de marzo de 2018 revocarle la sanción atendiendo dichos argumentos, pero pasados unos meses, Samuel Morán se encuentra con dos sanciones casi idénticas, en este caso por circular a algo más de cien kilómetros por hora. El piloto tiene ambas sanciones recurridas y da por hecho que Tráfico volverá a darle la razón. "Siguen persistiendo en la misma irregularidad", asegura, instando a otros afectados a reclamar.

El conductor considera muy grave el hecho de que un radar esté funcionando de manera irregular en un punto tan concurrido. "He intentado sin éxito averiguar el número de multas que pone al día, pero me puedo imaginar que se cuenten por cientos o por miles", apunta acerca de la elevada carga de tráfico existente en ese punto de la Autopista.

Más casos

El hecho de haber sido víctima de lo que califica "una ilegalidad" ha despertado el interés de Samuel Morán por el funcionamiento de los radares. El conductor teme que existan varios dispositivos de este tipo en otras partes del país con problemas similares. Pone como ejemplo el caso de un radar situado en el kilómetro 508,100 de la N-330, a la salida de Zaragoza, donde la Dirección General de Tráfico ha anunciado ya que retirará 2.500 multas puestas de manera irregular porque el radar estaba mal calibrado.

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