La Fiscalía del Principado de Asturias considera que el hombre detenido por acabar con la vida de un trabajador en una nave de Ciudad Naranco en el año 2010 ejerció sobre él una violencia extrema e innecesaria.

El Juzgado de instrucción n.º 4 de Oviedo acogió ayer una comparecencia en la que las partes trasladaron al investigado sus correspondientes imputaciones. Según el relato de la Fiscalía, entre las 13.42 horas y las 14.15 del día 11 de noviembre de 2010, el acusado entró en la nave de la empresa Brico Cook, en la calle Coronel Bobes, con la intención de robar. Tras realizar una primera búsqueda de algo de valor en la planta baja, donde se hizo con diferentes monedas por importe de 50 euros, inspeccionó hasta el fondo de la nave, sin encontrar nada más de valor, y volvió a la entrada. A continuación, procedió a inspeccionar las dos plantas superiores, así como el altillo situado entre la planta primera y segunda, utilizando para ello la escalera central que une las diferentes estancias de la nave. Una vez hubo accedido a la segunda planta, se encontró sobre un sofá cama plegado a un trabajador de la empresa, que en ese momento dormía una siesta. La víctima se despertó repentinamente, momento en que el acusado, con intención de acabar con su vida, así como de apoderarse de todo aquello de valor que el hombre pudiera tener en su poder, cogió un elemento pesado, que no ha sido localizado, tipo uña o pata de cabra, y le golpeó, utilizando una violencia extrema e innecesaria, propinándole múltiples golpes que provocaron su fallecimiento.

El ladrón aprovechó para registrarle la ropa y cogerle la cartera que llevaba con todas sus tarjetas y 100 euros. A continuación se dio a la fuga, dejando allí el cadáver del trabajador.

Para cometer los referidos delitos, el acusado, en prisión desde junio de 2018, eligió el marco temporal entre las 13:00 y las 15:00 horas, sabedor de que era la hora del almuerzo en el establecimiento, así como que en la empresa solo había dos trabajadores, una de ellas que abandonaba las instalaciones para comer y otro la víctima, del que preveía que estuviera durmiendo la siesta.