Un joven de 17 años se sienta mañana en el banquillo del Juzgado de Menores por haber difundido el video sexual de una menor ovetense entre media docena de amigos. El vídeo se lo había facilitado el novio de la chica, mayor de edad, y terminó haciéndose viral en el colegio del centro de Oviedo en el que estudiaba la adolescente, de 15 años, y en otros institutos de la ciudad.

Al chico, defendido por Fernando Barutell, le acusan de un delito contra la intimidad y de otro de pornografía infantil, por el que el fiscal de Menores pide nueve meses de tareas socieducativas "para reflexionar sobre los hechos, trabajar la empatía, las relaciones de género y hacer un uso responsable de los medios telemáticos". Además, habrá de pagar 1.500 euros a la menor.

La acusación particular es más dura. Solicita la medida de un año de permanencia de fines de semana, de forma que no podrá salir de casa desde la tarde noche del viernes hasta el domingo por la noche, a excepción de las salidas que deba realizar para las tareas socieducativas que le sean impuestas durante el mismo periodo. También piden 10.000 euros de indemnización para la víctima, así como una orden de alejamiento de un año de duración y la expulsión del centro educativo.

Todo fue culpa del exnovio de la menor, que será juzgado por ponorgrafía infantil en breve y se enfrenta a dos años y diez meses de prisión. Tuvieron una relación entre diciembre de 2016 hasta septiembre de 2017. Entre julio y agosto de ese año, la menor le envió un vídeo desnuda en el que se masturbaba. Un año después de romperse la relación, señala la acusación particular, sin el conocimiento de la menor, el vídeo fue enviado por el exnovio al menor que esta mañana se sienta en el banquillo, en agosto de 2018. El menor, siempre según las acusaciones, lo envió al menos a seis personas en agosto, septiembre y noviembre de ese año. El vídeo terminó haciénsose viral.

Estos hechos, señala el fiscal, causaron gran angustia y sufrimiento a la menor, por la humillación que suponía el que se hubiese difundido entre sus compañeros de centro educativo.

Por lo que se refiere al menor juzgado, se trata de su primer expediente, según señala el fiscal de Menores en su escrito de acusación. Vive con sus padres en el seno de una familia normalizada con factores protectores. Pese a lo ocurrido, es un menor responsable, con capacidad analítica, habilidades sociales, interés por los estudios, autonomía, tolerancia a la frustración y con ocio estructurado y supervisado.