El deterioro del teatro Campoamor empieza a ser preocupante. Asistentes a las funciones del fin de semana se quedaron de piedra al encontrarse con varios cubos colocados en la planta superior para recoger el agua de varias goteras que amenazan el techo del edificio. El público asegura que, además del problema estético, la situación genera inconvenientes durante las funciones, pues desde algunas butacas de general puede escucharse el fuerte goteo del agua al precipitarse sobre los recipientes.

La situación reabre el debate sobre la necesidad de acometer una rehabilitación del edificio municipal. Si bien es cierto que el pasado fue un fin de semana de lluvia intensa, los usuarios no consideran digno del Campoamor tener que recurrir a una solución tan austera y "poco decorosa" como la colocación de unos cubos.

El arreglo del teatro, que en 2017 cumplió 125 años de historia, es un debate muy recurrente para los debates de la ciudad. El mundo de la cultura se divide entre acometer una obra cuyo objetivo sea la restauración de las partes más deterioradas y la modernización de los equipos: otros instan a ampliar el escenario para poder acoger espectáculos con mayores montajes.