La Guardia Civil de Oviedo ha abierto una investigación a un hombre acusado de un presunto delito de maltrato animal por la mutilación de una docena de gallos encontrados en una explotación de la localidad ovetense de Loriana. Las pesquisas apuntan a que el varón habría cortado la cresta a los animales para mejorar sus condiciones de lucha. Se trataría del tercer caso de este tipo detectado en la región en los tres últimos meses.

Fue la propia benemérita, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la comandancia ovetense la que decidió hace unos meses supervisar las explotaciones avícolas al detectar que entre los criadores de gallos de raza combatiente el descreste de los machos se estaba convirtiendo en una práctica habitual.

Fuentes de la investigación apuntan a que los criadores suelen recurrir a la amputación de las membranas de la cresta, barbilla y orejas de las aves con la finalidad de que tenga un campo de visión más amplio, no tenga un agarre fácil para su oponente y para que al ser picado no sangre en exceso. Los propietarios de los animales lo hacen para que la pérdida de sangre no debilite ni dificulte la visión del ave.

La campaña para controlar el correcto funcionamiento de las granjas de esta especie permitió descubrir las mutilaciones practicadas a una docena de gallos en Loriana. Para los investigadores no cabe duda. El encargado de la explotación mutiló a los animales con clara intención de prepararlos para las peleas.

Para la Guardia Civil este hallazgo es una prueba de la posible existencia de una red dedicada a la organización de peleas ilegales, puesto que en los últimos meses detectaron otros dos casos más a añadir al ovetense. En total se localizaron ya 20 gallos preparados para un tipo de combates organizados habitualmente con apuestas por el medio.