Los trabajadores del albergue municipal de animales rescataron a "Carla" la semana pasada en el polígono industrial del Espíritu Santo, en Colloto. La perrita, de unos tres meses, estaba dentro de una caja de cartón y gimoteó en cuanto sintió llegar a los veterinarios. Luego, asomó la cabeza y reclamó unos mimos. Este cachorro es el último caso de abandono animal en el municipio que han atendido en el albergue de Oviedo. Una familia de Pola de Lena lo adoptó ayer tras una reñida disputa con otros seis candidatos que querían llevárselo a casa. "Tuvimos que hacer una selección para escoger a los adoptantes adecuados. Hasta nos llamó gente de Murcia y Madrid", explica la coordinadora de adopciones, Eva Rodríguez.

El animal es una mezcla de razas, pese a que algunas personas creyeron que se trataba de un border collie. Es cariñoso, sociable y apenas tiene unos meses. Son factores que jugaron en su favor a la hora de encontrar dueños, pero no siempre es así. Los trabajadores de la instalación municipal, ubicada en La Bolgachina, publican periódicamente en su página web y redes sociales los casos de mascotas abandonadas en busca de un hogar. Algunas superan los diez años y tienen un tamaño mediano o grande. Los empleados los rescatan gracias a la llamada de vecinos (como ocurrió con "Carla"), pero otras veces los animales son abandonados en la puerta del albergue. En la actualidad es posible adoptar perros como "Carlota", nacida en 2014, o "Lucio", de 2012. Todos son entregados con contrato de adopción, están esterilizados, desparasitados y vacunados, y tienen chip-pasaporte.