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La bandera de la Escandalera llevará una cámara en el mástil y no será inaugurada

La Policía custodia las obras para instalar la enseña nacional, que durarán un máximo de veinte días y no tienen fecha concreta para izar la tela

Dos operarios preparan el lugar de la Escandalera en el que se instalará la bandera nacional. LUISMA MURIAS

La gran bandera de España que el gobierno local del PP y Ciudadanos ha proyectado instalar en la plaza de la Escandalera llevará una cámara de tráfico incorporada en el mástil sujeta por una brida. Es la solución que los técnicos municipales han encontrado para sustituir la columna con cámara de vigilancia que hasta hace unos días estaba en la confluencia de las calles Marqués de Santa Cruz, Fruela, San Francisco y Uría, y que fue allí colocada en enero, cuando el tripartito del PSOE, Somos y Ciudadanos estaba al frente del Ayuntamiento.

Los trabajos para adecuar la zona comenzaron ayer, bajo la vigilancia de un furgón policial, que vela por el normal desarrollo de los trabajos. Un martillo neumático perfora el lugar donde irá el fuste y el perímetro ha sido vallado. La obra ronda los 50.000 euros y tiene un plazo máximo de ejecución de veinte días. Sin embargo, aún no hay fecha para izar la tela, pese a que se había barajado la posibilidad de hacerlo durante el puente de la Constitución. Fuentes municipales confirman que no habrá inauguración oficial

Las obras consisten en la construcción de una nueva base que además será adecuada para la ocasión con una pequeña zona ajardinada. Sobre esa base, de algo más de un metro, se levantará un mástil algo mayor que el que en la actualidad soportaba una cámara de tráfico en la zona. El nuevo palo medirá 25 metros de alto y de él colgará una bandera de España de 54 metros cuadrados.

La idea de la instalación de la enseña nacional, un proyecto que han llevado mano a mano el alcalde Alfredo Canteli (PP) y su socio en el gobierno, Nacho Cuesta (Ciudadanos), pretende poner a Oviedo en la misma situación que otras ciudades vecinas que en los últimos años también han instalado banderas rojigualdas en el centro urbano. Es el caso de Santander, con una bandera ondeando cerca del paseo marítimo, y también de La Coruña, aunque allí la idea del socialista Paco Vázquez la acabó echando por tierra un vendaval. Con un nuevo gobierno coruñés, la enseña se repuso acompañada de una bandera de Galicia.

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