La retirada de los elementos en riesgo de derrumbe de la basílica de San Juan comienza hoy a cargo de la empresa Almeida Albañilería y Construcciones. Se trata del cimborrio, una vidriera y dos ángeles de piedra que presentan graves desperfectos que han sido evaluados por un equipo multidisciplinar formado por el arquitecto Fernando Secades, la restauradora especialista en piedra y fachadas históricas por la Universidad de Oviedo Natalia Díaz-Ordóñez y la asesoría petrológica Gea. En realidad, la intervención -presupuestada en unos 100.000 euros- es la primera fase de una rehabilitación integral valorada en unos dos millones de euros. La iglesia, sin capacidad económica para asumir los trabajos, ha recaudado hasta el momento 70.000 euros donados por particulares, empresas e instituciones a los largo de los últimos meses.