"El odio al pobre, la llamada aporofobia, según el término acuñado por Adela Cortina, es hoy la fobia social más extendida en España". Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA la escritora Sara Mesa, una de las jóvenes autoras españolas con mayor proyección, que cuenta en su libro "Silencio administrativo" la historia real de una mujer sin hogar, discapacitada y enferma que trata de solicitar la renta mínima a la que tiene derecho, según los optimistas mensajes de la Administración.

Sara Mesa, que participó en un acto organizado por Tribuna Ciudadana, dentro del ciclo "La huella del Tigre", habló del laberinto burocrático que tuvo que recorrer la mujer, los escollos y trabas con que tropezó y la crueldad de un sistema que exige más a quien menos tiene hasta que desembocan en la desesperación. "Mientras tanto, los ciudadanos se quedan con la impresión contraria de que hay montones de prestaciones y ayudas para los más pobres y les llaman privilegiados, caraduras y vagos", señaló la escritora.

Sara Mesa, que nació en Madrid aunque se crio en Sevilla, la ciudad en la que vive, aseguró que en la sociedad actual "los prejuicios se acumulan y este es uno de los comienzos de la llamada aporofobia", añadió.

La escritora, con siete títulos en su trayectoria, realizó un paralelismo entre la sociedad actual, y concretamente entre la historia que ella cuenta, y las obras de Kafka, en las que al autor checo realiza toda una crítica del sistema social imperante en el primer cuarto del siglo XX. "Los libros de Kafka tienen un indudable poder predictivo y se adelantaron a su tiempo. Cuando uno lee esa prosa transparente y sencilla la encuentra plenamente actual", aseguró la autora.

Mesa, que fue presentada por Javier García Rodríguez, profesor de Filología de la Universidad de Oviedo, y Javier Gámez, directivo de Tribuna Ciudadana, relató cómo en "La metamorfosis" Kafka cuenta la historia de la transformación de Gregorio Samsa en un monstruoso insecto y del drama familiar que se desata a partir de acontecimiento. En "El castillo", considerada por muchos especialistas como la cúspide literaria del escritor praguense, habla de las dificultades de integrarse en un sistema. En "El proceso" Josef K. se ve inesperadamente inmerso en un laberinto que le obliga a reflexionar sobre su propia existencia, sobre la pérdida de la inocencia y la aparición de la muerte. Para Mesa todas estas ideas están plenamente vigentes, aunque hayan aparecido en libros escritos hace un siglo. "La historia que cuento en mi libro terminó mal, pero yo salí transformada de esa experiencia y tal vez sirvió para que pudiese contarlo". A su modo de ver, "el laberinto administrativo es perverso, pensado diabólicamente para que la gente falle, no hay presupuesto suficiente para otorgar el salario social y hay que eliminar gente, esa es la idea que me queda". Achacar estas situaciones desesperadas a la mala suerte tampoco es la solución, a juicio de la escritora: "La mala suerte muchas veces es nacer donde uno nace, con eso ya es suficiente". Sara Mesa, licenciada en Periodismo, no se ahorró críticas a la Administración: "Funciona mal pero nos hacen creer que marcha muy bien".