Ya está. Para qué darle más vueltas si no hay marcha atrás. No merece la pena. El orgullo friki, el ocio alternativo, los chavales de la Cometcon dejan Oviedo y se van a Gijón. Al equipo del alcalde Canteli (PP) no le convencía dar en mano 120.000 euros a un festival que llenaba el Palacio de Congresos de Calatrava durante tres días. Sin mucho tacto y con explicaciones algo contradictorias sacaron de pista a la muchachada del cosplay (disfraces de personajes del cómic y la animación) rápidamente encauzada hacia Gijón. Tan rápido que huele a que el plan B estaba en marcha hacía tiempo. Oviedo, el Calatrava, se le había quedado pequeño a la Cometcon; Gijón era una tentación que ganaba cuerpo entre los promotores del festival, una opción realista, una decisión prácticamente tomada para irse en 2021. Intuían que en la capital ya no iban a estar tan cómodos. Fue encontrar la primera resistencia por parte de las autoridades municipales de Oviedo y la huida se adelantó un año.
Si algo se puede achacar a unos y otros son las pocas ganas que tenían de continuar el viaje juntos. Las cosas salen adelante cuando las voluntades son sinceras. Y no lo eran. Seguro que había fórmulas alternativas, pero nadie quiso explorarlas. Fue una ruptura sin mesa de negociación.
A la Cometcon se le colgó la etiqueta de que no dejaba dinero. Parece casi imposible que 20.000 personas no gasten durante tres días, pero si lo dicen los expertos... El problema fue que esos 120.000 euros de subvención salían de la caja del turismo y los congresos; y el sector no considera al Cometcon un congreso, preferían ese dinero para otros fines.
Mientras el edil Quintana y después el Alcalde respaldaban la idea del escaso impacto económico (el concejal había señalado también como causa la militancia socialista del director del certamen), los promotores sacaban cifras a su favor: influencia en comercios, en un par de hoteles, en pizzerías y hamburgueserías...
Era una batalla sin sentido porque Oviedo ya se había quedado sin su único gran acontecimiento orientado a la gente joven y que, con mucho o poco impacto, objetivamente no le venía nada mal al barrio de Buenavista, tan castigado últimamente. En este embrollo, al Ayuntamiento se le puede pedir más transparencia. Es lícito que la Cometcon no entre en sus planes, que las apuestas sean otras. El mensaje debió ser más nítido. No habrá Cosplay esta primavera pero sí un importante torneo de pádel, que mueve muchos aficionados; también una carrera extrema, la Farinato Race, que promete un impacto notable. Parece que las apuestas van por ahí.
