Los cacos tienen en vilo a los vecinos del barrio ovetense de Olivares. Los adosados de la zona sufrieron en la tarde noche de ayer el segundo robo en tres días con un idéntico "modus operandi". Los ladrones entraron en la vivienda por la parte de atrás, a través de la terraza, y aprovecharon para llevarse joyas y todo lo que encontraron de valor en la vivienda.

Los residentes de la zona temen estar estrechamente vigilados por unos delincuentes que solo actúan en las casas cuando no hay nadie. En el caso del miércoles, los asaltantes allanaron una casa en la que siempre suele haber gente, pero esta semana por las tardes estaba vacía circunstancialmente por un pequeño accidente de la abuela de la familia.

Estos dos robos llegan tras otros casos similares ocurridos en agosto. Si bien los robos de este tipo suelen producirse en verano, aprovechando la ausencia de los vecinos que se marchan de vacaciones, en esta ocasión las sustracciones se producen en otra época del año, pero aprovechando las horas en las que la gente suele estar fuera de casa.

Los hechos están siendo investigados por la Policía Nacional y todo apunta a que ambos casos estarían relacionados. En los dos supuestos, los cacos entraron tratando de evitar encontrarse con los habitantes y se llevaron dinero y joyas sin revolver en exceso el mobiliario de las viviendas.