La polémica generada por las declaraciones del alcalde Alfredo Canteli en el Pleno del martes sobre los gastos de su esposa en un viaje institucional a Madrid sigue viva y coleando. El propio regidor la alimentó ayer varias veces a lo largo del día, ratificándose en el empeño de que su mujer le pueda acompañar cuando haya una función protocolaria que desempeñar y rectificando lo referido a que los gastos de su cónyuge los seguiría pagando el Ayuntamiento. "No supondrá gasto alguno", dijo ayer.

La conclusión de Canteli, en un comunicado enviado ayer a última hora, es que la presencia de su mujer en el viaje que hicieron juntos a Madrid el fin de semana del 9 al 11 de octubre para acudir a la presentación del menú del Desarme apenas afectaron a las arcas municipales: "Los gastos de mi esposa en ese viaje se limitaron a compartir unos pinchos tanto a la ida como a la vuelta, con un importe mínimo como se puede comprobar en las facturas". Canteli pasó al Ayuntamiento recibos por un total de 992 euros para que le fueran reembolsados. De ellos, 537 por la reserva de dos noches de hotel; 170,81 por kilometraje; 52,10 de peajes y 237 en manutención (180 por una cena "importante de trabajo" la víspera del almuerzo y el resto por los pinchos a los que hace referencia, bebidas y dos cajas de suspiros).

El Alcalde matizó por escrito sus palabras veinticuatro horas después de haber afirmado en el Pleno: "Si yo vuelvo a Madrid y ella viene conmigo, esos gastos los va a pagar el Ayuntamiento". En su declaración de ayer también aceptó, contra lo insinuado en la sesión plenaria, que en España no existe la figura de primera dama. "Es cierto que en España no está contemplada la labor representativa de los cónyuges de las autoridades (alcaldes, presidentes de autonomías e incluso el presidente del Gobierno), pero no es menos cierto que 'de facto' se les suele cumplimentar con invitaciones a algunos actos institucionales". A renglón seguido, añadió que, pese a la aclaración, le gustaría seguir yendo con su esposa a algunos eventos: "A los actos protocolarios que lo permitan, y de acuerdo a los usos sociales establecidos, me gusta asistir acompañado de mi esposa, y así lo seguiré haciendo en el futuro, sin que ello vaya a suponer gasto alguno para las arcas municipales".

Desde Alcaldía se enviaron dos versiones de este comunicado. Si bien en la primera se calificaban de "desafortunadas" las declaraciones del pleno y no se atribuía gasto alguno en Madrid a la esposa de Canteli, en el segundo se eliminó el matiz autocrítico y se detalló que los gastos de Marta Suárez se limitaron a "los pinchos a la ida y a la vuelta".

Canteli, en realidad, ya había hablado horas antes del asunto, al mediodía en el vestíbulo del Ayuntamiento, y en tono algo distinto. Dijo estar seguro de no haber cometido "ninguna irregularidad", restó importancia a la denuncia interpuesta por Somos por pasar gastos de su esposa al erario público y reveló nuevos detalles del viaje a Madrid: "Fui a promocionar Oviedo y mi mujer estuvo con la esposa del embajador de Rusia atendiéndola. ¿Es malo eso? Yo fui a trabajar por Oviedo y ella fue a ayudarme. Parece que a la oposición no le gustan las familias ni los matrimonios que funcionan bien", zanjó.

Los socios de gobierno PP y Ciudadanos mostraron su apoyo a Canteli en el Pleno pero ayer guardaron silencio. El concejal de Cultura, José Luis Costillas, prefirió guardar silencio cuando los periodistas le preguntaron al término de una rueda de prensa sobre los presupuestos: "Vamos a ceñirnos a los presupuestos". Somos, por su parte, reclamó a Ciudadanos que aclare si "se sitúa en el lado de la legalidad o ilegalidad", y pidió específicamente al primer teniente de Alcalde, Nacho Cuesta, que "rectifique" el "apoyo taxativo" que le mostró a Canteli durante el Pleno municipal.