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Juan Luis Fernández: "Juntar tecnologías permite resolver problemas médicos"

El matemático aboga por "impulsar la medicina de precisión y personalizada fusionando distintos tipos de información y con consenso"

Juan Luis Fernández, a la izquierda, y Martín Caicoya. MIKI LÓPEZ

¿Pueden las matemáticas y la inteligencia artificial describir y explicar la biología? Pues parece que sí, y además son disciplinas que deben estar conectadas. Así lo explicó ayer Juan Luis Fernández Martínez, doctor ingeniero de Minas y catedrático de Universidad del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Oviedo, donde dirige el grupo de Problemas Inversos, Optimización y Aprendizaje Automático en su conferencia en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. Además, el científico es colaborador de este periódico. El acto, organizado en colaboración con el Círculo Cultural de Valdediós, fue presentado por el presidente de la asociación, Martín Caicoya.

Fernández comenzó por el principio, por preguntarse qué es la célula, y al buscarlo en internet se le quedó, según él mismo confesó, el rostro del "Carapijo", el popular personaje de las obras del pintor ovetense Carlos Álvarez Cabrero. La conferencia comenzó desde ahí y siguió por lo artístico "porque las imágenes de la biología son muy artísticas". Pero enseguida tomó rumbo científico, en toda su dimensión. Aplicando la biología apuntó que "no se pretende entender cómo funciona una célula en detalle, sino dar respuesta a cuestiones que nos interesan" y ahí entran otras disciplinas científicas.

El ponente señaló que "si juntas diferentes aspectos de la tecnología podríamos solucionar problemas médicos como las enfermedades raras o el cáncer". Pero, siempre hay un pero, "desarrollar un medicamento cuesta de media 2.200 millones de dólares, un método sumamente ineficaz", dijo Fernández que aseguró que con esas cifras "nadie va a invertir en un medicamento contra una enfermedad rara". La clave está entonces en reposicionar medicamentos y ahí tiró de lo cercano. "Hoy (por ayer), antes de venir aquí he dado un salto en la silla", confesó. La causa es que a su suegra, diagnosticada con una enfermedad rara, le van a suministrar en París uno de esos medicamentos reposicionados. Ahí estaba la clave de la conferencia. "Con métodos de inteligencia artificial hemos logrado que utilizando datos obtenidos en Boston se reposicione un fármaco que le van a aplicar a mi suegra en Francia", resumió.

Para Fernández muchas de las soluciones están en el big data "y los hospitales son los mayores bancos de datos", pero no se utilizan. El científico abogó por "impulsar la medicina de precisión y personalizada fusionando distintos tipos de información y tomando decisiones por consenso". La tecnología es una de las claves, pero no es la solución. "Los ordenadores nunca van a sobrepasar al ser humano", dijo, pero sí que hay que utilizar "mejores máquinas que ayuden a médicos más expertos" a encontrar esas soluciones a las enfermedades. Otro de los aspectos señalados por Fernández es que "el saber es dinámico". Y lo ejemplificó. Para localizar tumores en el pecho de las mujeres se intentó hace años utilizar medidores de temperatura. No funcionó. Ahora el equipo en el que está Fernández logra localizar un tumor con esta tecnología en el 99 por ciento de los casos.

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