Retiró la denuncia contra él antes de que se celebrase el juicio, pero esperó a las puertas de la sala para darle un abrazo al joven que quemó su casa cuando le dijo que tenía intención de separarse. La mujer vio cómo el acusado llegaba esposado y acompañado por una pareja de policías que lo custodiaban, se cruzaron y se fundieron en un abrazo hasta que los agentes intervinieron. Una vez en la sala, el hombre reconoció que había prendido fuego a la casa y que había provocado daños en un laboratorio dental ubicado en un bajo del edificio, contra cuya cristalera arrojó una tapa de alcantarilla en ese momento de ira. Al final, los diez años de prisión que se le pedían inicialmente se han quedado en cinco, principalmente por la renuncia de su pareja a presentar acusación contra el que es el padre de sus dos hijas.

Lo que no reconoció el hombre era haber amenazado a su pareja con destrozarle el piso. Como ella no siguió adelante con la acusación, el ministerio público retiró la petición de nueve meses de cárcel por un delito de amenazas. Además, la fiscal rebajó a catorce meses de multa (a razón de seis euros al día) la pena por el delito de daños (inicialmente solicitaba 24 meses a diez euros diarios) y de diez a cinco años la petición de ingreso en prisión por el delito de incendio. La Fiscalía que había pedido en su escrito inicial la retirada de la patria potestad y que se impidiera al acusado acercarse a sus hijas, también lo retiró esta mañana.

Según recogía la Fiscalía en su escrito, los hechos ocurrieron en la madrugada del 8 de agosto del año pasado. El acusado y la víctima, con una relación sentimental, y dos hijas en común, empezaron a discutir al regresar al domicilio, y él amenazó con destrozarle el piso. Al llegar al inmueble, el procesado cogió la tapa de una alcantarilla y la lanzó contra la cristalera de un laboratorio dental ubicado en un bajo del edificio. La mujer se refugió en casa de su hermano, que vivía en el tercer piso del mismo bloque, mientras que el procesado se fue a su domicilio, en el primer piso y una vez allí, reunió diversos materiales combustibles encima de un sofá y les prendió fuego. Previamente había colocado una tabla bloqueando la puerta de la vivienda para evitar la entrada de terceras personas.