La joven que vio cómo su pareja prendía fuego al piso en el que convivían, con las dos hijas menores de ambos en el edificio y ella embarazada, retiró ayer la acusación que había presentado contra él antes del juicio que se celebró en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial. La mujer había denunciado a su compañero por amenazarla, por decirle que iba a destrozar la casa que compartían en el número 46 de la calle Postigo Bajo cuando ella le anunció su intención de separarse. Pero ayer lo esperó a las puertas de la Sala para darle un abrazo y besarle cuando llegaba esposado junto a dos policías que lo custodiaban. Una vez ante el juez, el acusado reconoció que el 8 de agosto del año pasado había incendiado poniendo en riesgo la vida de unos treinta vecinos del edificio y que había provocado daños en un laboratorio dental ubicado en un bajo del inmueble, contra cuya cristalera arrojó una tapa de alcantarilla cargado de ira. Los diez años de prisión que se le pedían inicialmente se han quedado en cinco, entre otras cosas por la renuncia de su pareja a presentar acusación.

Lo que no reconoció el hombre era haber amenazado a su pareja. Como ella no siguió adelante con la acusación, el ministerio público se vio obligado a retirar la petición de nueve meses de cárcel por ese delito de amenazas. Además, la fiscal rebajó a 2.520 la pena por el delito de daños -inicialmente solicitaba 7.300- y de diez a cinco años la petición de ingreso en prisión por el delito de incendio al aplicar un subtipo atenuado. La Fiscalía, también había pedido en su escrito inicial la retirada de la patria potestad y que se impidiera al acusado acercarse a sus hijas, pero esas medidas tampoco se aplicarán.

El ministerio público sigue solicitando, eso sí, que al hombre se le aplique la prohibición de acercarse y comunicarse con su pareja a menos de 500 metros durante seis años, aunque el acusado, que ya ha cumplido dieciséis meses de prisión preventiva por estos hechos, no tardó en incumplir la medida. Cuando salió de la Sala la mujer seguía allí y ambos volvieron a abrazarse. Esta vez los agentes reaccionaron antes y los separaron, una actuación que provocó la reacción violenta del acusado, que ya se había mostrado nervioso durante la vista oral. El propio juez, de hecho, no permitió que se le quitaran las esposas mientras se celebraba la vista.

Los hechos

Según recogía la Fiscalía en su escrito, los hechos ocurrieron en la madrugada del 8 de agosto del año pasado. El acusado y la víctima, con una relación sentimental, y dos hijas en común, empezaron a discutir al regresar al domicilio, y él amenazó con destrozarle el piso. Al llegar al inmueble, el procesado cogió la tapa de una alcantarilla y la lanzó contra la cristalera de un laboratorio dental ubicado en un bajo del edificio. La mujer se refugió en casa de su hermano, que vivía en el tercer piso del mismo bloque, mientras que el procesado se fue a su domicilio, en el primer piso y una vez allí, reunió diversos materiales combustibles encima de un sofá y les prendió fuego. Previamente había colocado una tabla bloqueando la puerta de la vivienda para evitar la entrada de terceras personas. El acusado tiene además otros dos juicios pendientes derivados de su actuación de aquella noche: uno por acuchillar en el cuello a un vecino del edificio y otro por agredir a dos policías tras escaparse de la comisaría.