El área de Seguridad Ciudadana está adaptando las ordenanzas municipales al cada vez más extendido uso del patinete eléctrico de manera que incluyan, con alguna variante, las instrucciones publicadas a principios de diciembre por la DGT sobre el correcto uso de estos vehículos. A grandes rasgos, los patinetes eléctricos no pueden superar los 25 kilómetros por hora, está prohibido el consumo de alcohol o drogas durante su conducción, y no se puede hablar por teléfono móvil de manera manual ni usar auriculares al trasladarse en ellos. Todas las infracciones llevan acarreada una multa, pero hay dos normas que quedarán sujetas a la interpretación de cada Ayuntamiento; el uso del casco y la circulación en aceras y zonas peatonales. Los municipios decidirán qué hacer en cada caso. Así, Oviedo aún no ha tomado una decisión.

Colaboración vecinal

Lo explicó ayer en rueda de prensa el concejal de Seguridad Ciudadana, José Ramón Prado, que aclaró que las nuevas ordenanzas municipales se harán en colaboración con la ciudadanía. Es decir, buscarán la opinión de los vecinos, las asociaciones y los colectivos a través de un proceso participativo que culminará en 2020.

En el caso concreto de obligar o no a llevar casco, Prado se limitó a decir que "es una decisión que habrá que consensuar". Exactamente igual que la prohibición o no de circular en las aceras y algunas zonas peatonales. "Estudiaremos la posibilidad de que los patinetes puedan pasar por algunas áreas concretas de la zona histórica, por ejemplo, pero todavía no hay ninguna decisión en firme".

Campaña informativa

Mientras el área de Seguridad Ciudadana redacta las ordenanzas municipales para adaptarlas al uso de los patinetes eléctricos, la Policía Local pondrá en marcha una campaña informativa en la calle para explicar a los usuarios el correcto uso de estos vehículos y las posibles infracciones. Será del 23 al 30 de diciembre y los agentes no impondrán multas porque las sanciones comenzarán en enero.

"Las instrucciones de la Dirección General de Tráfico serán el marco legal en el que Seguridad Ciudadana fundamentará su actuación para multar a partir de enero", explicó ayer Prado antes de enumerar algunas de las instrucciones de la DGT sobre los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), más conocidos como patinetes eléctricos. Las normas incluyen multas de entre 500 y 1.000 euros por haber consumido droga o alcohol justo antes de conducir uno de estos vehículos, 500 euros por superar los 25 kilómetros por hora de velocidad máxima, y sanciones de otros 200 euros por hablar por teléfono o usar auriculares (de cable o inalámbricos) sobre el patinete.